Una ráfaga de disparos de ametralladora lanzada al aire por varios encapuchados cuando pasaba un coche de policía por un barrio de Marsella, en el sur de Francia, ha llevado a los agentes a acordonar la zona y a pedir a 7.000 personas que no salgan de sus casas, informó hoy la prensa local.
Unos 40 uniformados patrullan el popular barrio de La Castellane, en el norte de la ciudad y que todo apunta a que se trata de un ajuste de cuentas vinculado con la delincuencia común, precisó el diario regional "La Provence".
El suceso tuvo lugar poco después de las 11.00 hora local (10.00 GMT) y las fuerzas de seguridad han evacuado una guardería y pedido a los alumnos de una escuela que no abandonen el centro, entre otras medidas preventivas.
La emisora "France Info" precisó que la policía vigila con un helicóptero la zona, el mismo día que el primer ministro, Manuel Valls, tiene previsto visitar esa ciudad portuaria para hablar de lucha contra la delincuencia.