La canciller alemana, Angela Merkel, habló hoy por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, al que exigió que ejerza su "influencia" sobre los separatistas prorrusos que actúan en el este de Ucrania para poner fin a la escalada de la violencia y cumplir los acuerdos de Minsk.
Según informó el Gobierno alemán en un comunicado, Merkel instó a todas las partes a respetar el memorándum de Minsk, suscrito en septiembre por Kiev y los rebeldes prorrusos con mediación de Rusia y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y abogó por una reunión del denominado grupo de contacto.
La canciller también habló por teléfono con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, a quien trasladó sus condolencias por las 30 víctimas mortales civiles registradas en el ataque con artillería perpetrado ayer, sábado, contra la ciudad de Mariúpol.
"El ataque, que, según los observadores de la OSCE, fue perpetrado por los separatistas apoyados por Rusia, supone una clara ruptura del alto el fuego acordado, sin ninguna justificación", señala el Gobierno alemán en su comunicado.
Merkel instó a Poroshenko a hacer todo lo posible para buscar una "solución pacífica" al conflicto y para aplicar el memorándum de Minsk, lo que exige en primer lugar el mantenimiento del alto el fuego y la retirada del armamento pesado del frente de combate en el este de Ucrania.
Ése fue además el acuerdo que suscribieron el pasado lunes en su ultima reunión en Berlín los ministros de Exteriores de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia.
Ante Poroshenko, Merkel subrayó también la necesidad de celebrar una reunión del grupo de contacto trilateral, con representantes de Ucrania, Rusia y la OSCE, para frenar los enfrentamientos.
