Los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica se encuentran ya en Teherán para determinar si la república islámica está cumpliendo con su parte del acuerdo nuclear con la comunidad internacional ratificado la semana pasada, según ha informado la agencia semioficial de noticias iraní Fars.
El equipo, liderado por el ingeniero nuclear Massimo Aparo, comenzará a entregar a Naciones Unidas las conclusiones de su investigación el próximo lunes, en lo que significará el inicio oficial del acuerdo.
Irán se compromete así a detener algunas iniciativas de su programa nuclear a cambio de la reducción de parte de las sanciones internacionales promulgadas contra su programa de enriquecimiento de uranio.
En este sentido, el equipo de la AIEA visitará las plantas nucleares de Natanz y Fordo para asegurarse de que han dejado de enriquecer uranio al 20 por ciento, una gradación peligrosamente cercana a la que necesitaría la fabricación de un arma nuclear.
En virtud del acuerdo preliminar sobre el programa nuclear iraní,Irán se comprometió a no enriquecer uranio por encima del 5% durante seis meses, a neutralizar sus reservas de uranio enriquecido al 20%, a no instalar nuevas centrifugadoras y a paralizar las actividades en el reactor de agua pesado de Arak, además de autorizar inspecciones de la AIEA en las plantas de Natanz y Fordo, entre otros.
A cambio, el llamado grupo 5+1 acordó suspender algunas sanciones limitadas aprobadas por Estados Unidos y la UE como la prohibición de Irán de comerciar en oro y metales preciosos, la prohibición a las exportaciones iraníes de petroquímicos y, en el caso de Estados Unidos, también suspendería sus sanciones contra la industria del automóvil iraní.
También acordaron que Irán pudiera mantener el nivel de venta de petróleo al extranjero en los niveles limitados actuales y la repatriación de un máximo de 4.200 millones de dólares de ingresos por la venta de crudo iraní retenidos en el exterior por las sanciones extraterritoriales de Estados Unidos para faciliar el comercio legítimo, el comercio humanitario y el pago de las obligaciones de Irán con la ONU.
Así mismo se suspendería la prohibición en la UE y Estados Unidos de dar servicios de transporte y seguros para el crudo iraní, pero sólo para "los clientes actuales" del crudo iraní, es decir, China, Japón, Corea, Turquía y Taiwán y en "los niveles actuales", han precisado fuentes europeas.