La Alianza Nacional en Apoyo a la Legitimidad, coalición liderada por la organización islamista egipcia Hermanos Musulmanes, ha afirmado este lunes que el expresidente Mohamed Mursi, derrocado el 3 de julio tras un golpe de Estado, no reconocerá la autoridad del tribunal que le juzgará por incitación al asesinato y provocación de derramamiento de sangre.
"En contra de los mitos mediáticos sobre el equipo de defensa de Mursi, él no reconoce la autoridad de este tribunal, su equipo legal será egipcio en su totalidad y éste únicamente supervisará los procedimientos, no le defenderá", ha indicado la formación a través de un comunicado. En el mismo, ha recalcado que tanto Mursi como su equipo legal rechazan el juicio.
Así, ha rechazado las informaciones que apuntan a que Hermanos Musulmanes ha contratado abogados de Qatar y Turquía para defender al expresidente y ha dicho que forman parte de "el paquete de mentiras y desinformación publicado por medios cercanos al Ejército para distraer la atención de los crímenes, atrocidades y violaciones cometidas a diario por las autoridades golpistas".
"Hemos anunciado decenas de veces, y reafirmamos una vez más, que ningún abogado, ni egipcio ni extranjero defenderá a Mursi, ya que el expresidente no reconoce al tribunal ni las acciones y procesos derivados del golpe, tales como la politización de la Justicia", ha añadido.
Por otra parte, ha pedido a activistas y abogados de todo el mundo que acudan al juicio "para observar los procedimientos, presenciar cómo se pisotea la justicia, y ver los crímenes cometidos por las autoridades de seguridad con la ayuda de la Fiscalía, inventando cargos contra los que se oponen al golpe".
El derrocamiento de Mursi se produjo tras su reiterada negativa a presentar su dimisión en el marco de manifestaciones multitudinarias contra su mandato, alegando que se trataba de un mandatario electo y de la existencia de manifestaciones también en su favor, si bien estas fueron de menor calado.
Hermanos Musulmanes se ha negado en múltiples ocasiones a reconocer la legitimidad de las autoridades surgidas tras el derrocamiento del expresidente, miembro de la organización islamista, y ha sostenido que el nuevo gobierno es de tinte golpista.
Asimismo, ha denunciado la existencia de una campaña de persecución contra la formación con el arresto de decenas de sus miembros, entre ellos los integrantes de su cúpula, y la represión de las manifestaciones celebradas tras el derrocamiento de Mursi, que se han saldado con más de un millar de muertos a causa de la actuación de las fuerzas de seguridad.
