Medio centenar de familias judías que ocupaban el asentamiento de Migrón, declarado ilegal por las autoridades israelíes, han comenzado a abandonar sus domicilios por orden del Tribunal Supremo Israelí.
Los trescientos residentes de Migrón recibieron la orden de desalojo en torno a las 07.30 de esta mañana, pero la mayoría de ellos ya se encontraban fuera de sus domicilios con las maletas preparadas, según informó la Policía israelí. Otros de los residentes estaban pintando en las paredes de sus antiguas casas "Volveremos, Migrón" y "El pueblo eterno no teme a la larga marcha".
El Ejército israelí ha informado de que las familias han abandonado sus domicilios "de forma ordenada" y sin incidentes, aunque un reducido número de los colonos han decidido permanecer en la colina y han declarado que no se irán voluntariamente, según declaró una portavoz militar a Radio Israel, citada a su vez por la agencia palestina Maan.
Migrón es uno más entre las decenas de asentamientos construidos hace más de una década en porciones de territorio capturado por Israel en la guerra de 1967 que con el paso de los años ha terminado siendo declarado por las propias autoridades judiciales israelíes como propiedad privada palestina.
Naciones Unidas entiende que todos los asentamientos israelíes en Cisjordania son ilegales, pero Israel distingue entre 120 asentamientos permitidos y un centenar, Migrón entre ellos, que han sido construidos sin autorización.