Según ha explicado a EFE el inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) Emilio Vicente, los detenidos compraban en páginas de Internet de acceso restringido las numeraciones de tarjetas bancarias copiadas ilegalmente a sus legítimos propietarios, en su mayoría ciudadanos estadounidenses.
Se sospecha que algunas de estas numeraciones de tarjetas proceden de un robo de datos bancarios fruto de un ataque informático perpetrado en Estados Unidos.
Después de conseguir las numeraciones, los detenidos en España volcaban los datos en otras tarjetas auténticas o falsificadas y compraban artículos de gran valor que posteriormente vendían a terceras personas a un precio inferior al del mercado.
En la operación han sido arrestados el cabecilla de la red, los técnicos falsificadores, los “pasadores” de las tarjetas, los dedicados a blanquear el dinero y los dueños de aquellos comercios que hacían la “vista gorda” y aceptaban la operación a sabiendas de que las tarjetas de crédico estaban falsificadas.