Ha advertido de que no piensa callarse y que seguirá diciéndole a los 'populares' "lo que no quieren oír"
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado este miércoles al PP que dejará el Gobierno cuando crea que sus responsabilidades en él son "incompatibles con las del partido", pero ha advertido de que no piensa callarse y que seguirá diciéndole a los 'populares' "lo que no quieren oír".
Rubalcaba ha respondido así a la portavoz 'popular', Soraya Sáenz de Santamaría, en su primer rifirrafe parlamentario después de que el Comité Federal del PSOE le apoyase como candidato a la presidencia del Gobierno en 2012. Sáenz de Santamaría le había acusado de acumular cargos pero eludir responsabilidades y le ha advertido de que aunque lo intente no podrá separarse de la herencia de José Luis Rodríguez Zapatero.
"Dejaré el Gobierno cuando crea que mis responsabilidades son incompatibles con las del partido. Lo haré, créame, porque lo he hecho siempre, pero lo que no voy a hacer es callarme, o sea que aquí o allí voy a seguir diciéndoles algo tan sencillo como que piensen alguna vez en el interés general, que no hace daño a nadie", ha sido la respuesta final de Rubalcaba.
Sáenz de Santamaría había empezado por recordarle que hace 20 años que está en política con el PSOE, de manera que "en 20 días" no podrá "darse a conocer como una persona ajena al Gobierno" de Zapatero, ni presentarse como "Alfredo", "como si toda España no supiera quién es Rubalcaba".
Pero además, ha tirado de la 'crisis del pepino' para acusarle de anteponer sus objetivos en el PSOE a los problemas de los españoles, afeándole que no viajase a Almería hasta una semana después de que se iniciase la crisis, y sólo porque le coincidía con un viaje de partido a Sevilla.
"En España hoy no gobierna usted ni nadie", le ha espetado Sáenz de Santamaría. A su juicio, mientras una "socialista alemana" --la consejera de Salud de Hamburgo-- ponía en riesgo el campo español a Rubalcaba "sólo le preocupaba que una socialista española le despejara su campo propio". Aludía así a la ministra de Defensa, Carme Chacón, que anunció su renuncia a competir en primarias el mismo día que se desató la 'crisis del pepino'.
Así, Sáenz de Santamaría ha acusado al Gobierno de ser débil, en el Parlamento y ante los agricultores, y a Rubalcaba de dar "la cara sólo cuando se ha resuelto el problema" pese a presumir de ser "un político audaz. "Las fotos cuando no hay riesgo y las candidaturas cuando se ha eliminado a la competencia", ha remachado.
Por eso, después de que Rubalcaba aceptase ser candidato en 2012 afirmando que cree saber lo que necesita España, le ha preguntado si ya lo sabía cuando el Gobierno congeló las pensiones y "recordó los derechos sociales".
"ES LO ÚLTIMO QUE NECESITA ESPAÑA"
Según la 'popular', después de siete años con Zapatero Rubalcaba "tiene muy poco de lo que presumir y mucho de lo que arrepentirse" y, "sin matices", el previsible candidato del PSOE es "lo último que necesita España".
Rubalcaba ha respondido al ataque alegando que lo que al PP le "molesta" es que él les dice las cosas "que no quieren oír" y ha recordado que sólo un día después de la "falsa denuncia" alemana sobre los pepinos españoles el Gobierno se reunió y habló del asunto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Entre protestas de la bancada 'popular' --que le han servido a Rubalcaba para abonar su tesis de que al PP le molesta que les diga las verdades--, ha recordado al PP su "gamberrada política" de grabar a Zapatero en una conferencia de presidentes, y ahora reclamar una nueva y el "magnífico lapsus freudiano" de Mariano Rajoy hablando de "Estado de bienestar africano".
Y ha insistido en afear a los 'populares' sus "disparatadas acusaciones" sobre el estado de las cuentas públicas en Castilla-La Mancha, y su empeño en compararla con Grecia.
Por último, ha recomendado al PP que imite un poco a la canciller alemana Angela Merkel, porque ella apoyó a la consejera de Hamburgo en su denuncia falsa, aunque era "difícil de apoyar", mientras que el PP en vez de "ayudar al Gobierno" por el bien de los agricultores optó por "meterse con el Gobierno".