Según han informado fuentes policiales, el grupo, al que se le acusa también de haber retenido a dos personas durante un mes, reclutaba a inmigrantes sin recursos a los que, a cambio de una "mísera" cantidad, les rompían con su consentimiento las rodillas a golpes para hacerles pasar por víctimas de accidentes.
La investigación se inició el pasado mes de enero, cuando los agentes descubrieron que dos personas se encontraban retenidas en contra de su voluntad en una vivienda de la población de Villalonga, al sur de la provincia de Valencia.
Tras descubrir la identidad de los autores de la retención, la Policía estableció un dispositivo especial que culminó con la liberación de uno de los retenidos, ya que el otro había conseguido escapar días antes.
En esta primera fase de la operación fueron detenidas nueve personas de tres diferentes nacionalidades: lituana, armenia y española.
Posteriormente se inició otro operativo para desarticular la trama de estafas a las compañías aseguradoras, que se saldó con otros cuatro detenidos.
El grupo organizado reclutaba a ciudadanos lituanos y letones sin recursos, les rompían las rodillas con su consentimiento y los llevaban al hospital diciendo que era un herido de accidente de tráfico.
Previamente, uno de los integrantes de la banda se arrojaba sobre un coche en circulación y fingía dolor para conseguir que el conductor le entregara los datos de su seguro. Después era sustituido por la persona a la que le habían roto la rodilla.
Según precisa la Policía, para agilizar el cobro de las indemnizaciones contaban con la colaboración de un empleado de la compañía que se embolsaba un porcentaje de la indemnización.
Los lesionados eran retenidos por la banda hasta que cobraban el montante total de la indemnización.
Los agentes practicaron dos registros en esta operación, uno en Villalonga y otro en Daimús, en los que se incautaron de una pistola, una espada y cerca de 10.000 euros en billetes de cincuenta.