"La Unión Europea (UE) está financiando la situación bélica" afirmó Orbán y añadió que para frenar la inflación "hay que financiar la paz"
Un embargo europeo contra el gas ruso arruinaría a todo el continente, advirtió este viernes el primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, en su intervención semanal en la radio pública Kossuth.
"El embargo al gas (ruso) no sería razonable y arruinaría a toda Europa", afirmó el mandatario húngaro, agregando que en vez de imponer sanciones habría que encontrar otras soluciones, como negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia.
"La Unión Europea (UE) está financiando la situación bélica" afirmó Orbán y añadió que para frenar la inflación "hay que financiar la paz".
"(George) Soros simboliza a los que quieren prolongar la guerra. Hablan de que hay que alargar la guerra. Es un instigador", dijo Orbán, sin dar más detalles, en referencia al magnate y filántropo liberal estadounidenses de origen húngaro, su gran enemigo ideológico.
Recordó además que el embargo contra petróleo ruso, decidido hace unos años, "también comenzó como ahora, lentamente, hablando de que habría que introducirlo. Pero no es razonable".
No solo se trata de que si Hungría podría hacerlo o no, es un asunto de toda Europa, agregó el primer ministro, que también opinó que hay muchos que quieren prolongar la guerra.
Hungría no es el único país que está abiertamente en contra de un embargo europeo contra el gas ruso, también Alemania y Austria, dos países muy dependientes de Rusia en ese campo, rechazan cortar los suministros de ese país.
Por otra parte, defendió el tope máximo de precio de gasolina y diésel para los consumidores húngaros, pese a las amenazas de la Comisión Europea (CE) de iniciar un expediente contra su país por supuesta práctica discriminatoria.
"Trato de convencerlos de que en esta situación se requieren soluciones extraordinarias. El aumento de la gasolina enseguida se nota en los precios. Pedimos que entiendan que se necesitan soluciones extraordinarias", dijo Orbán.
Esa práctica, introducida a finales de mayo, podría ser considerada discriminatoria, según indicó Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, en una carta dirigida al Gobierno húngaro esta semana.
El ejecutivo húngaro introdujo en noviembre pasado un precio máximo de 1,2 euros para el litro de gasolina 95 y de diésel.
Para evitar el turismo de compra de gasolina procedente de países vecinos, se estableció en mayo que sólo los vehículos con matrícula húngara pueden adquirir la gasolina al precio limitado, mientras que los extranjeros deben pagar el precio del mercado, que actualmente es de 1,7 euros/litro.