Un joven de 20 años ha sido detenido por la Policía Nacional por presuntamente extorsionar al menos a cinco hombres tras conseguir una cita íntima con ellos a través de una aplicación de contacto.
El arrestado, de nacionalidad española, exigía tras el encuentro importantes sumas de dinero a sus víctimas por medio de amenazas, coacciones, intimidación e incluso agresiones físicas, alegando que en su perfil de contacto indicaba ofrecer relaciones sexuales a cambio de dinero (cuando realmente no lo especificaba).
Para obtener un mayor lucro, el arrestado llegó también a fingir que era menor y amenazaba a los perjudicados con denunciarles por abusos sexuales o difundir imágenes íntimas del encuentro entre ellos a terceros, según ha informado la Policía.
La investigación ha permitido esclarecer hasta la fecha cinco denuncias por hechos cometidos bajo un patrón similar aunque los agentes no descartan que se hayan producido más hechos y que no hayan sido denunciados al tener lugar en un ámbito muy íntimo para las víctimas.
El botín conseguido por el arrestado asciende a unos 6.000 euros, según las indagaciones.
La investigación se inició después de que agentes de la Comisaría de Distrito Centro de Málaga recibieron en un corto periodo de tiempo varias denuncias por hechos que reunían características en común: robos con violencia e intimidación y extorsiones en los que el presunto autor se valía de agresiones físicas, coacciones y amenazas.
Las primeras informaciones sobre el sospechoso apuntaban a un joven de 20 o 25 años, complexión atlética, con varios tatuajes en el cuerpo, que se valía del anonimato que proporcionan las redes sociales para contactar con las víctimas.
Así, para captar la atención de sus víctimas se valía de todo tipo de artimañas y engaños con objeto de conseguir una cita, detectándose además como, en los primeros contactos, intentaba ocultarse bajo perfiles falsos para dificultar su identificación, si bien más adelante llegó a aportar fotografías reales.
Una vez se personaba en el lugar de la cita, en la mayoría de los casos en la zona centro de Málaga, el investigado utilizaba su teléfono para realizar fotografías íntimas de los chicos.
Finalizado el encuentro, el detenido iniciaba su plan de extorsión: solicita a sus víctimas que le entreguen dinero, argumentando que en su perfil indica mantener relaciones sexuales a cambio de una contraprestación económica.
Debido a que los perjudicados inicialmente se negaban a facilitarle dinero, el presunto responsable comenzaba a subir el tono de voz y a ponerse cada vez más agresivo, por lo que aquellos terminaban cediendo y entregándoles una pequeña cantidad de dinero, en la mayoría de ocasiones unos 40 o 50 euros, con el deseo de que abandonara sus viviendas, negocios o vehículos.
No obstante, el detenido no frenaba aquí sus intenciones y aumentaba su estado de agitación y les agredía para que les entregaran unos 600 u 800 euros.
En este contexto, las víctimas, totalmente indefensas, accedían a pagarle; si bien, como la mayoría de ellas no disponía de la cantidad solicitada por el agresor, éste les obligaba a acudir a un cajero automático para realizar varios extracciones hasta satisfacer su demanda. En uno de los casos esclarecidos el detenido consiguió 2.000 euros de su víctima.
El investigado, que ya contaba con antecedentes por delitos de la misma naturaleza, fue detenido por su presunta responsabilidad en cinco robos con violencia o intimidación, ingresando en prisión por orden judicial.