El Málaga, con un mal comienzo liguero, como el de la pasada temporada con dos empates y dos derrotas, recibe hoy al Eibar, rival que llega con cinco puntos más que los andaluces -siete-, con un juego solido y definido y que se encontrará un ambiente enrarecido en La Rosaleda.
El conjunto malagueño, que perdía en el enfrentamiento de la pasada jornada en Las Palmas (1-0), necesita enderezar el rumbo y marcar goles, ya que solo lleva tres a favor en cuatro partidos que le hacen estar en una situación comprometida.
Más efectividad
El centrocampista Ignacio Camacho señaló que el equipo debe “mejorar en la salida del balón y en la efectividad arriba”, además de que deben “estar unidos y saber” a lo que juegan.
El presidente y propietario del club, el jeque catarí Abdullah Al-Thani, se sumó a las declaraciones tras la derrota en el estadio Gran Canaria y dijo que está “al cien por cien con los jugadores”.
Con todo ello, la plantilla malaguista se centra en buscar la primera victoria , que en la anterior campaña, con Javi Gracia en el banquillo, no llegó hasta la séptima jornada, tras ganar en La Rosaleda a la Real Sociedad por 3-1.
Juande Ramos, cuando estuvo hace doce años como entrenador del Málaga, consiguió un punto en los primeros cuatro partidos y no ganó hasta la quinta jornada, cuando venció a domicilio al Espanyol, por lo que para el manchego tampoco es novedad esta circunstancia. Así, la entrada del centrocampista Pablo Fornals por el defensa uruguayo Federico Ricca es la única novedad en la convocatoria facilitada por el técnico.