Cánticos como ‘queremos nuestro cole’ y ‘Juanma, escucha, los padres estamos en la lucha’ han inundado las calles de la capital malagueña. Son las voces de las familias y los alumnos del colegio público Domingo Lozano. Los más de 260 estudiantes y sus 26 profesores van a ser reubicados a otros colegios de la zona, porque el suyo ya no es seguro. Con una manifestación, desde la puerta del centro hasta la delegación de Educación, han pedido a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento que no dividan el colegio.
A la vuelta de las vacaciones de Navidad no tenemos cole y los niños se tienen que separar de sus hermanos o amigos.Para entender el enfado de los padres y madres hay que recapitular cinco años, cuando los estudios técnicos detectaron problemas en la cimentación del edificio que acoge el colegio. Desde entonces empezaron a salir grietas, se tuvieron que apuntalar techos y se clausuraron cinco aulas. “Esto no ha pasado de pronto”, ha denunciado Silvia Tejada, representante de las familias y madre afectada, “el edificio lleva muchísimos años sin un mantenimiento”.
El 29 de septiembre, cuenta, “nos dicen que el edificio, apuntalado y con grietas, está en perfecto estado y que nuestro niños no corren peligro”; sin embargo, “tres días antes” de que comiencen las vacaciones de Navidad les comunican que “a la vuelta no tenemos cole y que los niños se tienen que separar de sus hermanos o amigos”: “Los menores están viviendo una cosa que no esperaban”.
Coincidiendo con la manifestación, el delegado de Educación, Miguel Briones, responsables del servicio de Planificación y de la asesoría jurídica, las concejalas de Urbanismo, Carmen Casero, y del Distrito Cruz de Humilladero, Teresa Porras, así como técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga, han citado a la directora del CEIP, Sylvia Frey, y a representantes vecinales y del AMPA. En un comunicado de la administración andaluza han informado de que los alumnos serán reubicados en dos colegios diferentes, el CEIP Luis Braille y el CEIP Ciudad de Popayán. Una solución que no convence a los progenitores: “Queremos que todo el colegio esté reubicado en el mismo sitio, para que los padres podamos llevar y recoger a los niños sin tener que separarnos, porque es imposible llevar a dos niños a la misma hora en dos colegios, no todos tenemos coche”.
También se verán afectado el profesorado: “Imagínate, se van a volver locos yendo de un lado para otro”. Su lucha es para que “no desaparezca el Domingo Lozano como entidad”, porque si la rehabilitación del edificio no es posible, exigen la ubicación en “otro sitio, porque hay para ubicarnos a todos”. “No nos van a callar”, ha asegurado Tejada, porque seguirán con protestas hasta que les den una ubicación donde entren todos.
Desde la Delegación Territorial han indicado que se compromete a estudiar, de cara al próximo curso, las distintas alternativas planteadas por los representantes de padres y madres del CEIP Domingo Lozano en la reunión. Estas consisten en la instalación de aulas prefabricadas en el CEIP Luis Braille o en la utilización del edificio del antiguo CEIP Rafael Dávila.
Los partidos de izquierdas en la oposición han apoyado a los manifestantes. Desde Con Málaga, su portavoz Toni Morillas, ha indicado que es “incomprensible la negligencia” de la Junta y del Ayuntamiento, “cómo es posible que se les esté distribuyendo por distintos colegios”. El concejal del PSOE, Pablo Orellana, considera “lamentable el mareo y desprecio que se le ha hecho a los niños y padres y a las madres” por el “abandono del PP en los centros escolares”.