Más de 50 días han pasado ya desde el inicio de las protestas en Irán contra la República Islámica. El detonante fue
la muerte de Mahsa Amini. La joven de 22 años fue detenida en Teherán por la Policía de la Moral
por llevar el velo mal puesto. De la comisaría fue llevada al hospital, donde
falleció el pasado 16 de septiembre, tras tres días en coma a causa de un supuesto infarto.
La
sospechosa muerte de la joven bajo custodia policial ha despertado una
ola de manifestaciones que han inundado el país. Desde entonces,
“ni un solo día” la calle ha estado “vacía” de protestas. La mayoría son
protagonizadas por jóvenes y mujeres que “ya no quieren” al actual “régimen opresor”, cuenta Galin Shirzad, psicóloga iraní afincada en Málaga.
A las caminatas en las calles de cientos de personas se han sumado revueltas en las universidades y colegios, donde las “niñas se han quitado el hijab” que cubre su pelo a modo de protesta. Estas acciones han desencadenado
respuestas violentas por parte del gobierno iraní: “Han atacado escuelas y
han matado a niñas de once, dos y tres años por esto”. La
represión ha llegado a todos los rincones de Irán, “profesores universitarios, estudiantes, médicos, abogados, periodistas, famosos, todo el que se posiciona en contra” es “detenido” o, incluso peor, “asesinado”.
Shirzad vive en España desde hace seis años y sigue angustiada, desde la provincia malagueña, todo lo que pasa en su país de origen. Los
números son devastadores, la organización no gubernamental Iran Human Rights, cifra en
más de 300 las personas muertas durante las protestas, “
más de 15.000 detenidos”, según añade Shirzad, y “
miles de desaparecidos, lo que en Irán significa que están muertos”.
Hasta ahora “
han asesinado a más de 50 niños”, denuncia. Precisamente, la organización Save The Children pidió hace una semana una investigación para esclarecer el trato dado a menores durante las represiones, después de que Naciones Unidas informara de la muerte de 27 niños y niñas a manos de las fuerzas de seguridad.
Contar con datos precisos es casi imposible, porque han
“limitado” la conexión a internet y el móvil y el controlan la información. A esta joven psicóloga le
llega la información a cuenta gotas. En estos casi dos meses
solo ha podido hablar con su familia en dos ocasiones. Aún así, “todos los días” busca nuevas noticias de lo que ocurre en el interior del país: “Lo que nos llega es menos de la mitad de lo que está pasando”. La información, fotos y vídeos que recibe ponen los pelos de punta: “
Mataron a una madre con su hija de cinco años en brazos”, también “
dispararon a una niña que iba cogida de la mano de su hermana de diez años”.
El número de manifestantes “cada día va a más, pero también
cada día matan a más personas”. Las familias, los amigos, el entorno de los fallecidos “se suma” a las protestas, dice Galin, dejando claro que “
el miedo y las amenazas” son el pan de cada día de los iranís.
Teme que la
situación pueda empeorar, ya “lo está haciendo”, refiriéndose a la petición de
pena de muerte solicitada por 227 de los 290 diputados del Parlamento iraní para los encarcelados. Hasta la fecha y según el aparato judicial de Irán, han sido imputadas
1.050 personas por su participación en las protestas. “Los van a matar”, dice lanzando un grito de auxilio, “
hay un rapero que fue detenido y condenado a muerte, solo por cantar y apoyar” la ‘revolución del velo’.
El
sufrimiento y la valentía de los manifestantes se traducirán en mejoras o eso cree Shirzad. “Ha habido muchas protestas en estos 43 años, pero
esta vez es muy diferente”, la unión de diferentes “grupos” y la importante participación de los jóvenes
le hace pensar que puede lograrse un cambio.
En diferentes países, incluido España, se han producido acciones de apoyo. Grupos de personas se han concentrado, mujeres han quemado sus velos o se han cortado el pelo, siguiendo los pasos de los manifestantes, pero se queda corta. Galin Shirzad se pregunta, “
por qué el mundo está callado” y pide a los gobiernos occidentales “que
corten las relaciones con el régimen iraní y apoyen a la gente. Tienen que intervenir, porque
se están vulnerando los derechos humanos”.
Desde Málaga
intenta ser la voz de las personas que protestan contra la represión de la República Islámica bajo el lema
“¡Mujer, vida, libertad!”.
Entrevista completa a Galin Shirzad.