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El Oviedo contra el mundo, el Málaga CF contra sí mismo

La salvación pasa por ganar el sábado ante el Oviedo (18:15 horas) en un ultimátum clasificatorio: si falla, el Málaga puede quedarse a un punto del descenso

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  • El Málaga necesita convertir en victorias las buenas sensaciones de su imagen en el campo como local. -

Las causalidades, que no casualidades, no tienen demasiada cabida en el fútbol, el deporte más inexplicable que existe. En esa tesitura está también el Málaga, incapaz de dar una respuesta clara al porqué de lo de esta temporada. Cómo es posible, piensan muchos aficionados, que tenga que jugarse una final anticipada por la permanencia, a falta de cuatro jornadas, ante un equipo al que se sale absolutamente todo... y se tengan las ganas de ir a La Rosaleda cual eliminatoria de Champions. Si es Segunda, si es en Málaga, todo es posible, hasta lo infinitamente improbable.

La fórmula de la tranquilidad, sin tantas explicaciones, solo tiene un cauce: ganar, ganar como sea. La Rosaleda será un coliseo del que solo se puede salir muy bien o muy mal. El término medio esta vez tampoco vale. El efecto Guede ha recargado las esperanzas de la hinchada, pero los datos no lo avalan: dos derrotas en cuatro partidos. Al tercer intento en casa tiene que ser diana. Desde el 20 de noviembre no se gana y ya el dato lo saben hasta en Islas Feroe. Con cinco bajas por lesión (Juande, Javi Jiménez, Adrián, Hicham y Jairo Samperio) más la ausencia por roja de Víctor Gómez -en qué momento el equipo se queda sin sus dos laterales clave-, el Málaga se enfrenta más que al Oviedo, a sí mismo.

El conjunto del Cuco Ziganda sabe lo que se juega el Málaga. “Ha llegado un nuevo entrenador y les ha insuflado espíritu. Va a ser un partido exigente, tenemos que dar una gran versión. He visto sus últimos partidos y creo que van a apretar e ir a fuego”, apuntó en la previa. Los datos del Oviedo explican su estado de gracia: no pierde desde el 6 de marzo, enlaza seis victorias y ocupa la sexta plaza, con tres puntos de ventaja sobre el séptimo.

Huelen a Play Off y un pinchazo en La Rosaleda sería darle vidas a los rivales directos. Borja Bastón asomará por la casa que lo acogió durante un año, aunque ahora con su rol de jugador franquicia. El delantero lleva 19 goles esta temporada y ya le hizo un doblete a su exequipo en la primera vuelta (2-1). Ante más de 20.000 malaguistas, los de Guede pueden terminar la jornadas más lejos o más cerca del abismo. Dependerá de que materializen la energía en goles. Y de que Amorebieta y Real Sociedad ‘B’ tropiecen, ya de paso.

La Rosaleda, prendida

El club puso a disposición de los abonados y Fieles Malaguistas una entrada gratuita por cabeza y la afición ha respondido con creces. Gracias a cómo los aficionados se han movido por redes sociales, regalando entradas a todo el que lo pidiera, el club informó ayer que se han descargado más de 10.000 entradas y que amplia el plazo para solicitarlas online hasta este viernes a las 22:00 horas.

El récord de la temporada fueron 22.128 espectadores en el Málaga-Las Palmas, la última noche feliz en Martiricos. Se espera que la importancia de este duelo ante el Oviedo supere, de sobra, a los 18.004 del Valladolid y los 17.667 contra el Eibar. La gente va a responder mejor que nunca, y los jugadores lo tienen en su mano para devolverles el cariño con un triunfo vital.

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