La portavoz del colectivo y vecina afectada de Puente Mayorga, Raquel Ñeco, explicó que, “con motivo de las obras, los vecinos no pudieron disfrutar el año pasado de la playa, que estuvo cerrada al baño mientras trasladaban el tubo de desagüe de sus sistemas de refrigeración desde el arroyo de Los Gallegos a una zona situada a bastantes metros hacia dentro desde la orilla”.
“Este año la playa se ha abierto al baño, pero los vecinos no pueden disfrutarla. Era una playa de arena fina que la central ha rellenado con grandes piedras, que no son propias del entorno y están repletas de filos cortantes”, manifestó Neco. Asimismo, aludió a la presencia de "grandes chapas de hierro oxidado procedentes de la central térmica".
Así, el colectivo ecologista puso esta situación en conocimiento del Ministerio para que "actúe en consecuencia" ya que, "según el estudio de impacto ambiental, la central tiene que dejar los sitios sobre los que actúa tal y como se los encontró".