La Asociación Unión de Comerciantes del Centro de Jerez Asunicoafirma que desde que entró en vigor la declaración de Zona Acústicamente Saturada en la calle San Pablo y las plazas de Vargas y del Clavo, los locales afectados por las restricciones horarias han sufrido unas pérdidas acumuladas del 70% de la facturación y han reducido casi a la mitad el personal. Asunico está a la espera de que el Ayuntamiento de Jerez responda de manera favorableal recurso de reposición que han interpuesto para suavizar la aplicación de la ZAS, y que se frene el daño que está haciendo a los locales de las tres zonas afectadas.
Asunico recuerda que desde 2014 ha mantenido un fluido contacto con los vecinos afectados por los locales de la calle San Pablo, y se han llevado a cabo inversiones millonarias para minimizar el impacto acústico en las viviendas, con medidas como la limpieza extra de las calles adyacentes, seguridad privada en la calle, o instalación de ventanas especiales contra el ruido en varias viviendas, con un coste de 12.000 euros.
La Asociación afirma que la petición realizada al Ayuntamiento para que declarara la calle San Pablo como acústicamente saturada se hizo a peticiónde los vecinos afectados y con el consenso de todos, y tenía como único fin el de evitar la apertura de más locales de ocio para no agravar el problema en la zona, por temor de los vecinos, igual que se había hecho anteriormente en zonas declaradas Acústicamente Saturadas de Jerez (ej. Avda. de México), y así se hizo constar en la petición. Sin embargo, en el caso de San Pablo y las plazas de Vargas y del Clavo, el Ayuntamiento optó sin consulta previa por aplicar las medidas más restrictivas que le permite la legislación autonómica, lo que está causando pérdidas irreparables a los locales incluidos. Asunico considera que esta diferencia de trato entre unas ZAS y otras en Jerez es arbitraria y genera indefensión entre los afectados.
Para la Asociación, es también discriminatorio que se haya incluido en la misma declaración de Zona Acústicamente Saturada a los locales de la calle San Pablo con los de las plazas de Vargas y del Clavo, ya que son situaciones diferentes, en el primer caso los hosteleros habían llevado a cabo medidas auto-correctorasen consenso con los vecinos para minimizar el impacto acústico, un diálogo y voluntad de solventar el problema que el Ayuntamiento no ha tenido en cuenta.
Por todo ello, Asunico reclama al equipo de gobierno jerezano que tenga en cuenta estos argumentos y resuelva a la mayor brevedad posible el recurso de reposición que han presentado, de manera que se limite la ZAS a la suspensión de más licencias en las zonas afectadas, pero se eliminen el resto de medidas restrictivas que están causando graves pérdidas a los locales incluidos en la ZAS y ponen en peligro su continuidad.