El pasado fin de semana se celebró en Jerez el IV Certamen de Tunas. Doce agrupaciones se dieron cita en la ciudad durante viernes y sábado y no sólo para celebrar su concurso, sino para animar y amenizar el centro de la ciudad con pasacalles y rondas nocturas. Por ese mismo motivo, muchos ciudadanos no entendían ayer, desde las redes sociales, que la Policía local mandara poner fin a las coplas en el interior de un bar de la Plaza de la Asunción pasadas las 12 de la noche del sábado tras la denuncia de un vecino.
El propio delegado de Cultura y Seguridad, Francisco Camas, tuvo que salir ayer a respaldar la actuación policial, asegurando que dicha presencia respondía “al estricto cumplimiento de las Ordenanzas Municipales de convivencia y derecho al descanso de los vecinos”. En este sentido, Camas ha señalado que el citado local “no tiene licencia concedida como lugar de conciertos, por lo que no está insonorizado”, lo que llevó a la Policía local a intervenir “a requerimiento de un vecino y en su labor de hacer cumplir las Ordenanzas Municipales”.
Igualmente, recordaba ayer que “esta actividad musical no formaba parte del Certamen de Tunas, que sí ha supuesto un revulsivo como actividad de dinamización del centro histórico que genera beneficios principalmente a la hostelería”.
No sólo el Ayuntamiento ha respaldado la labor policial ante este asunto, sino también la Asociación de Vecinos del Centro Histórico, que “en ningún caso aceptará que se responsabilice a un residente de los problemas derivados de los incumplimientos legales y normativos de otros”, en alusión al local visitado por los agentes, del que hacen saber que “puede funcionar como si tuviera licencia de bar-cafetería y, por tanto, sujeto a los horarios de dicha licencia”, pero que “en ningún caso puede ofrecer ni música en directo ni música pregrabada”, así como le recuerdan que “la música en los patios está terminantemente prohibida, aun teniendo licencia de sala de fiestas”. “Poseemos los documentos que demuestran todos los términos reseñados”, subrayan en un comunicado.
A este respecto, recalcan que “la posición de los residentes que componen esta Asociación de Vecinos se mantendrá firme, clara e inamovible: tolerancia cero ante ilegalidades manifiestas que quebranten el legítimo derecho al descanso, petición de amparo tanto a la policía como a la administración competente, y ejemplar y contundente actuación de estos organismos”.
Los tunos “no entendían nada”
Lo acontecido lo contaba desde su propio Facebook el responsable de Las Cuadras: “La policía vino por quejas de un vecino. Nos advirtió que si tenían que volver, levantarían un acta, y a la segunda vez nos denunciarían en la comisaria por desobediencia y desalojarían el local. En ese momento había más de 100 tunos a los que tuvimos que explicar lo que pasaba y pedir que se callasen. No entendían nada”, lamentan en su nota, aunque sí reconocen que la noche anterior “cantaron hasta altas horas e hicieron mucho ruido, sobre todo en la calle”.