Guillermo Ortiz, estudiante jerezano de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, ha protagonizado el mayor hallazgo numismático de la historia del yacimiento de Ampurias, en Girona. Ortiz participa desde el pasado 3 de julio en el Curso Internacional de Arqueología que anualmente organiza el yacimiento y tiene previsto regresar a Jerez este mismo domingo.
“Somos 27 alumnos, cada uno de una universidad, y nos dividen por grupos de seis o siete. Yo estaba participando en una de las catas y encontré la jarra por completa casualidad. Me tocó a mí, pero le podía haber tocado a cualquiera, porque es un trabajo colectivo”, explica este joven jerezano.
El grupo de universitarios estaba como cada día excavando cuando, de repente, apareció el borde de la jarra. “Poco a poco fuimos rebajando el nivel y no tardamos en darnos cuenta de que se trataba de una jarra con monedas dentro, con denarios. La verdad es que ha sido muy impresionante y emocionante”, recuerda.
"Las piezas se intuían y el momento de la extracción fue genial, porque el peso era considerable y se empezaron a cruzar apuestas sobre el número que habría dentro, aunque los más optimistas no pasaron de cien", añade.
Los hallazgos numismáticos son especialmente valorados en este tipo de yacimientos porque ofrecen mucha información. Con anterioridad se habían llegado a encontrar 91 monedas, por lo que en esta ocasión se ha duplicado con holgura esa cifra.
Los denarios son de los siglos II y I antes de Cristo y la cantidad del dinero “muy significativa” para la época. De hecho, con esas monedas una persona podía vivir holgadamente durante un tiempo, ya que las pagas a los soldados rondaban los diez denarios mensuales.
La mayoría de las doscientas piezas proceden del centro de Italia y presentan un buen estado de conservación, por lo que se espera obtener más datos cuando se sometan al proceso de identificación y catalogación. Sea como fuere, este joven estudiante jerezano ya ha rentabilizado con creces su participación en este prestigioso curso.
En una antigua bodega
Uno de los responsables de la excavación, Pere Castanyer, detalló que la jarra con las monedas se relaciona con una de las viviendas de la trama urbana de la antigua ciudad romana que ejercía de bodega. Esta moneda fue el patrón de referencia en la antigua Roma hasta bien entrada la época imperial y los magistrados eran los encargados de la acuñación.
Cada pieza cuenta con diferentes representaciones, normalmente una personificación de la ciudad de Roma, pero también alusiones a dioses como Júpiter o Marte. Además, el anverso reproduce desde imágenes de animales como elefantes a escenas de victorias, con lo que “cada moneda tiene una historia”.