Un día después de que la alcaldesa, Mamen Sánchez, y el delegado de Economía, Santiago Galván, mantuvieran un encuentro en Madrid con el Ministerio de Hacienda, la junta de personal del Ayuntamiento registraba una queja dirigida a la regidora socialista ante la falta de información sobre la propuesta presentada al Gobierno central en el marco del Plan de Ajuste. En concreto, la totalidad de las secciones sindicales que integran este órgano de representación (ATMJ, CGT, SAF, SIP y UGT) se refieren a la reducción de aproximadamente el cinco por ciento que pretende acometer el Ejecutivo local en el capítulo de personal, y que se vería reflejado en los salarios de la plantilla municipal. En dicho escrito, censuran que se hayan enterado por los medios de comunicación de los planes del Gobierno de Mamen Sánchez, a la que solicitan que “cumpla con la normativa vigente” y les traslade toda la información sobre la propuesta. Es de las pocas cuestiones, por no decir la única, en la que los sindicatos se han mostrado de acuerdo en los últimos meses después de desenterrar un hacha de guerra que realmente nunca llegó a estar bajo tierra.
Desde el Ayuntamiento ya han dicho que consensuarán las medidas con sindicatos y partidos políticos, por lo que los representantes sindicales esperan que a lo largo de esta semana se concrete un encuentro para poner sobre la mesa las opciones que barajan para meter la tijera.
Sánchez y Galván se han apresurado a avisar que no serán medidas traumáticas, pero con una RPT a sus espaldas cargada de polémica que ahora se pretende modificar, un ERE municipal que la alcaldesa pretende también “vengar” readmitiendo a los exempleados con sentencias favorables que deseen volver a la Administración local y unas arcas municipales en la UCI, es casi entendible que los sindicatos no se terminen de fiar y sobren las especulaciones ante la falta de explicaciones oficiales.
¿Cuánto nos van a quitar?
“Más que inquietud, lo que hay es comentarios, porque los compañeros nos están preguntando que de dónde nos van a quitar, aquí impera el egoísmo de cada uno”, señalan fuentes sindicales, las mismas que responsabilizan al PP de los quebraderos de cabeza que tiene por delante el nuevo Gobierno socialista y los mismos sindicatos a la hora de negociar por la estructura salarial que fijaron los populares. “Básicamente un 30% entre gratificaciones, horas extras, productividades no está consolidado, es decir, depende que quién mande. Se hizo la RPT y no se solucionó este problema, por lo que en caso de recortes a quien se perjudica más es a los colectivos que tienen más dinero en estos conceptos. En cualquier caso, estamos especulando porque saber no sabemos nada”, precisan representantes sindicales sondeados por este periódico.
Lo que sí reclaman los sindicatos, que ya vaticinan que “aquí tampoco va a haber acuerdos”, es que a la mesa aparte en la que entienden que se abordará esta negociación, el Ayuntamiento acuda con el trabajo técnico “perfectamente terminado”.
Los técnicos y los policías locales, más enfrentados que nunca
Mientras que la CGT y el resto de secciones sindicales como UGT y CCOO están a la expectativa, a la espera de que los acontecimientos vayan gestándose, en los últimos 15 días la Agrupación de Técnicos Municipales (ATMJ) y el Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP) han protagonizado un cruce de duras declaraciones con ataques verbales más explícitos que nunca en los que critican la “desvergüenza” de ambos a la hora de contribuir a arruinar aún más las arcas municipales con sueldos desorbitados. Los dos colectivos están en el punto de mira y en el SIP ya hablan de recortes “salvajes”. Por eso, ya tienen en la recámara una batería de propuestas “calientes” que materializarán si se concretan los recortes “arbitrarios”. Entretanto, en el CSIF su postura se desdobla en dos corrientes, una más crítica, que ya ha alertado del sobrecoste que supondrá la nueva RPT, y otra más calmada. El hecho de que las dos primeras mesas generales de negociación de la RPT hayan acabado como el rosario de la aurora, llegándose a acusar de “prácticas dictatoriales” a la delegada de Personal, Laura Álvarez, no ayuda mucho a ser optimistas.