Tres de los aviones tomaron tierra sobre las 15.30 horas y fue el cuarto el que tuvo que ser asistido por los servicios de emergencia tras aterrizar.
Fuentes de las Fuerzas Armadas británicas en Gibraltar confirmaron a este medio que la temperatura que alcanzaron los neumáticos fue tan elevada que quedaron inutilizables y estuvieron a punto de arder. El Tornado por consiguiente tuvo que ser remolcado hasta el hangar oeste del aeródromo, no sin antes permanecer por espacio de más de dos horas en la pista ya que hubo que cambiar los neumáticos y para ello esperar a que se enfriaran los dañados en el accidente.
Sobre las 17.30 de la tarde, el Tornado era remolcado y la pista de aterrizaje quedaba abierta al tráfico aéreo tras un minucioso control por parte de las autoridades competentes.
Desvío
El vuelo de British Airways procedente del aeropuerto londinense de Gatwick y que debía aterrizar a las 17.30 tuvo que ser desviado a Málaga como consecuencia del incidente. Los pasajeros afectados fueron traslados desde Málaga al Peñón a bordo de un autobús, como es habitual cuando se produce un desvío. Los vuelos de las compañías EasyJet y Monarch, aterrizaron sin inconvenientes a los pocos minutos de ser retirado el Tornado de la pista.
Otra de las consecuencias fue que los vehículos que cruzaban la frontera se vieron frenados durante un período de tiempo, que no fue excesivo ya que el carril de tráfico que cruza el aeródromo quedó abierto mientras los servicios de emergencia atendían el Tornado, que se encontraba en uno de los extremos de la pista.
Una vez en el hangar, el Tornado será sometido a una investigación para determinar las causas del incidente.
Recordar que los cuatro aviones iban a permanecer en el Peñón hasta el lunes día 6 al mediodía tras unos ejercicios que protagonizaron en la mañana de ayer de repostaje aire-aire sobre el Golfo de Vizcaya.
