Los autobuses de los jugadores y de los aficionados retornaron por carreteras secundarias porque las Fuerzas del Estado querían evitar enfrentamientos en el pueblo
La junta directiva del Xerez Deportivo Fútbol Club, entre otras cuestiones de índole interna, analizará en su reunión de esta noche el espectáculo lamentable vivido en el Antonio Barbadillo de Ubrique y que terminó con la suspensión del encuentro en el minuto 73, cuando el resultado era favorable a los de Orúe por 0-1.
En principio lo que se coteja es que el equipo pedirá que haya presencia de seguridad para los encuentros que se celebren fuera de Chapín, teniendo en cuenta el gran despliegue de seguridad que se tiene en los partidos que se disputan en casa.
Se analizarán las pruebas videográficas, si existen, del partido por si en un momento determinado hay que depurar responsabilidades y se está muy pendiente de lo que dictamine el Comité de Competición en su reunión semanal, teniendo en cuenta que el árbitro, el linense Samuel Luque Ramón, no hizo el acta en el campo ubriqueño, sino que la envió en la jornada del lunes a la Federación. Competición tiene que señalar lo que ocurre con el encuentro, ya que hay que disputar el tiempo que resta pero habrá que ver si se disputa en campo neutral o en el mismo recinto del Antonio Barbadillo, aunque sin público. El Xerez Deportivo Fútbol Club, una vez que hizo acto de presencia las Fuerzas de Seguridad del Estado, estaba por la labor de continuar el choque, pero el árbitro entendió que, tal y como estaba de caldeado el ambiente, las Fuerzas que había no eran las necesarias y precisas para garantizar la seguridad y optó por suspender la contienda.
Después del choque se vivió otra auténtica odisea. Para evitar que el autocar que llevaba a los jugadores y los que llevaban a los aficionados tuvieron que pasar cerca de Ubrique -el campo se encuentra ubicado tres o cuatro kilómetros fuera de la población- se dieron instrucciones por las Fuerzas de Seguridad de que ambos tomasen por carreteras secundarias, lo que hizo que la expedición de jugadores y aficionados entrasen hacia Jerez por San José del Valle. Viaje larguísimo, con carreteras muy estrechas y sinuosas, que produjeron cuadros de vómitos en algunos jugadores e, incluso, una señora, en uno de los autocares de aficionados, sufrió una lipotimia. Los xerecistas alcanzaron nuestra ciudad pasadas las 21 horas, cuando la salida de Ubrique se produjo sobre las 19. Dos horas de largo y tortuoso camino.