Ya lo avanzó Viva Jerez hace varios meses y ayer Iniciativa Progresista Jerezana alertó de las consecuencias que está provocando para la ciudadanía los saqueos en promociones de viviendas y urbanizaciones, en algunos casos completamente terminadas, (calle Padre Manuel Fernández y otra de calle Asta), que a consecuencia de la crisis no se han vendido. Como denuncia esta formación, las personas responsables de estos “saqueos” aprovechan la “nula vigilancia” para llevarse todo lo que pueden vender como ventanas, cableado eléctrico, tuberías, sanitarios, puertas, rejas, etc. Lo peor de todo, es que además de este agravio no les importa llevarse por delante todos los obstáculos que les molesten en su cometido, provocando destrozos por donde pasan, dándose la circunstancia de que al final resulta todavía más caro el arreglo de estos desperfectos que el valor de lo que se han llevado.
Dado el cariz que esta situación esta tomando, desde IPJ han realizado un estudio de la situación de las diferentes promociones de viviendas en la ciudad, en la que valoran su estado y la situación a la que puede llegar en el futuro. Como aseguran, tras ese análisis han observado similitud en las dos promociones saqueadas, son promociones de entre 20 a 30 viviendas, que aunque están dotadas de puertas y rejas metálicas no tienen guardas. Primero rompen algunas de estas puertas realizando un acceso a las mismas para después de un periodo de tiempo y tras observar no se ha reparado acceden a ellas y las desvalijan completamente.
Además, añaden, existen muchas promociones con urbanizaciones privadas en las que solo se han vendido una parte de sus viviendas, siendo un peligro para los propios vecinos por la soledad y falta de vigilancia de las mimas, pues en algún bloque solo están habitadas dos o tres casas, como ocurre en las calles Pizarro, Lechuga, zona Palos Blancos y urbanizaciones en la zona norte y sur.
Ante esta situación, instan al Gobierno local a realizar un estudio de estas promociones para y firmar un convenio con bancos y promotoras propietarias y alquilarlas en régimen de alquiler social mientras dure la crisis económica.
