Con todo, Orihuela valoró la “eficacia” y “decisión” con la que se han abordado determinadas cuestiones como la disciplina urbanística. “Había que, de una vez por todas, hacer llegar al máximo número de ciudadanos que para hacerse una casa son necesarios una licencia de obras y un título de propiedad del suelo”, explicó el edil.
Un constante trabajo que evitara después el tener que prestar servicios y dotar de infraestructuras “a un coste inmenso” a esas “barriadas surgidas de la anarquía”.
Orihuela señaló que se han intervenido en 293 calles de las 1.800 del municipio (16% del total) y en 300.000 metros cuadrados de pavimentos y aceras (también el 16% del total). “Si continuamos con esa inversión, en muy pocos años las carencias de la ciudad no se advertirían”, apuntó que edil, que cifró el desembolso municipal en ese periodo en 28,5 millones de euros.
En materia de Patrimonio, el edil trasladó que también “se ha cedido mucho suelo para equipamiento público” de colegios, residencias de ancianos, parque de bomberos, centros de salud, Parque del Centenario, vías verde en El Algarrobo o viviendas de protección oficial.
Además, Orihuela destacó la restauración del patrimonio cultural de las ruinas meriníes, el acueducto de La Bajadilla, el Edificio La Escuela o la Plaza Alta.
El alcalde, Diego Sánchez Rull, destacó la “normalidad” lograda en este ámbito y ensalzó la “actuación impoluta” y “honestidad” de Orihuela .