La Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre tiene nuevo director.
Rafael Olvera ocupa ahora este cargo en el que está aterrizando en plena celebración del 50º aniversario de la institución. Olvera es un veterinario de Jerez del Marquesado (Granada). Profesionalmente ha desarrollado toda su carrera en la Consejería de Agricultura. Ha sido veterinario titular, inspector veterinario en Sevilla, director general de Ganadería de la Junta de Andalucía. Ha tenido actividad también en Bruselas en la Comisión Europea. Y ahora llega a Jerez con la ilusión de trabajar. Esta institución está en plena celebración con grandes eventos que están copando el calendario de los últimos días como la Gala V Escuelas, la Copa del Rey de Doma Vaquera o el gran desfile por las calles de Jerez que se celebró este pasado viernes.
Medio siglo de vida bien merece una celebración.
–Es digno de celebrar. Como director recién llegado estoy encantado. Todo lo que ha hecho lo ha hecho el anterior equipo. Ha habido un buen relevo y estoy muy agradecido. El equipo humano está encantado de pertenecer a esta institución, que todavía no es centenaria, pero llegaremos.
¿Cómo están siendo los primeros días?
–No sé si decir que aterricé o que caí en paracaídas. Llegué el día que se celebró la Gala de las V Escuelas. Hasta ahora la actividad es frenética. Tenemos un gabinete que nos reunimos todos los días para resolver problemas que surgen continuamente. Surgen problemas con las cuadras y demás, pero yo estoy encantado y el equipo de gente que hay aquí es excepcional.
¿Cuales son los proyectos para estos años?
–El proyecto que tenemos para la Escuela, lo he hablado con el consejero de Turismo Cultura y Deporte, está basado en tres pilares. El primero es la formación. La formación es esencial, una formación de alto nivel e ir investigando posibles nuevos campos de formación que sean necesarios e interesantes para la Escuela. Eso es la esencia. Luego, poner la Escuela a nivel internacional en un sitio prestigioso. Esto es una marca y hay que seguir manteniéndola. E incluso ir a más. Internacionalizar la Escuela de forma más intensa. Que esto sirva también como núcleo para todo el sector equino de Andalucía y que vean este centro como su centro. Y luego, abrir la Escuela a la ciudad de Jerez de forma que hagamos actividades culturales. Tenemos el palacio, que es una joya, y queremos tenerlo lleno de actividades para la ciudadanía.
¿Y cuáles son los retos pendientes que tiene la Escuela?
–Los retos están muy ligados al objetivo. Son dar más formación, más orientada a las necesidades e incluso dando formación de posgrado por medio de convenios. Seguir haciendo actividades culturales, usar el palacio como un centro cultural más de Jerez y que cuando se hable del caballo en cualquier sitio de Andalucía y fuera se visualice que el sector equino está focalizado en Jerez.
¿La Real Escuela tiene que salir más a la calle?
–La Escuela está saliendo a la calle. Ahora han venido las escuelas de Austria, Francia y Portugal, además de la de Abu Dhabi, que todavía es un germen, y todas tenemos claro que tenemos que hacer intercambio de jinetes, hacer labores conjuntas. La Escuela sale, pero tiene que salir más fuera.
¿Qué supone la Real Escuela para el mundo del caballo?
–Esto es una marca. Pertenecía al mundo de la agricultura y ahora estoy a caballo entre la cultura, el turismo y el deporte. He trabajado mucho con el sector equino como sector ganadero y esto siempre ha sido un referente. Pero hay que potenciarlo mucho más.
¿Desde fuera de Jerez se ve como un referente?
–Yo entiendo que sí. Pero eso no se puede quedar ahí. Esto es como una maceta, tú puedes tener una maceta preciosa, pero a la maceta hay que regarla, si tiene alguna plaga hay que cuidarla y todo eso hay que potenciarlo. Jerez es el referente. Si hablas de Jerez la gente visualiza el mundo del caballo, lo tiene interiorizado. Eso hay que cuidarlo muchísimo.
¿Con qué Real Escuela se encuentra? ¿Hay que mejorar algo?
–Todavía no estoy en situación de decir nada de eso. ¿Qué habría que mejorar? Pues se podría ahondar un poco más en la formación. Hay que salir más fuera también. Y que haya un foco mediático. Tenemos página web, pero deberíamos estar más presente en redes sociales, por ejemplo. Que se vea lo que se hace aquí, que se hace mucho. Tenemos unos grandes profesionales, que es lo más importante.
Entonces, ¿se puede decir que goza de un buen estado de salud?
–Sí, está en buen estado de salud. La Escuela lleva funcionando muchos años, pero creo que hace falta hacer más cosas. Cuando uno llega a un sitio nuevo siempre trae un proyecto. Mi proyecto es mejorar lo que hay. No quiere decir que lo que hay sea malo, pero vamos a poner toda la carne en el asador y con la gente de aquí ver qué se puede hacer. Y con el respaldo de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes y el Ayuntamiento de Jerez hacer un proyecto bonito.
La Real Escuela es también un referente en el ámbito turístico.
–Se tiene que mantener y mejorar. La Escuela pertenece a la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. En eso tenemos que ahondar. El caballo es turismo, es cultura y es deporte. Tenemos una herramienta fantástica para trabajar en esos tres ámbitos. Siempre hay margen de mejora. Me resultaría muy raro que alguien llegase a un sitio diciendo que quiere dejar las cosas como está. Yo voy a dejar las cosas como están sí o sí e intentar mejorarlo a toda costa.
¿Supone para usted un reto personale sta nueva etapa?
–Totalmente. Es un reto profesional muy interesante. Con lo que estoy viendo, es algo con mucha visibilidad. La Real Escuela del Arte Ecuestre es algo que todo el mundo mima y me está llamando mucha gente del ámbito ecuestre dando opiniones e ideas. Me he quedado sorprendido por el impacto que tiene este puesto.