Con esta carpetazo se cerraría una serie de contactos que se han extendido por un año y que convirtieron a la multinacional inglesa en la primera opción del Gobierno andaluz para reindustrializar la zona.
De hecho, el consejero de Empleo de la Junta, Antonio Fernández, comentó a finales de 2008 que existía una compañía que estaba interesada en adquirir los terrenos y que la operación se encontraba cerrada “al 90%”. Con este grado de concreción de los contactos, los trabajadores accedieron a asumir un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de carácter extintivo para la factoría barreña.
Sin acuerdo
Sin embargo, las negociaciones entre la británica y la papelera catalana no acabaron de fructificar, llegándose a asegurar desde Torraspapel que no existía ningún tipo de contacto entre ambas empresas. Lo cierto es que la Junta está jugando un papel de mediador y que los contactos entre ambas empresas sí que llegaron a producirse.
En cualquier caso, y a pesar de las cuantiosas ayudas ofrecidas por la Administración andaluza, la compañía británica no acabó de concretar una oferta que convenciera a Torraspapel, que tampoco colaboró reduciendo el precio de los terrenos, según apuntan las mismas fuentes.
Con todo, parece que la retirada de LPC podría obedecer a una cuestión de plazos, ya habría ofrecido una última oferta a la papelera catalana ante la necesidad de concretar el espacio y la localidad en la que instalar su proyecto en el Campo de Gibraltar.
Grupo Alonso
La eventual retirada de LPC Group situaría al Grupo Alonso a la cabeza de los pretendientes para adquirir los terrenos de Torraspapel. Si bien la Junta siempre ha hablado de varias opciones abiertas, fuentes de la negociación han ido apuntando que, hasta ahora, las dos ofertas con más peso han sido la de LPC y la de Grupo Alonso.
El Grupo Alonso, dedicado a la actividad portuaria en Valencia, muestra interés por adquirir los terrenos para ubicar allí una empresa intermodal anexa a la actividad portuaria del Puerto.
Para ello, esta empresa realizaría una inversión de 30 millones de euros que se traducirían en la creación de un centenar de puestos de trabajo que absorberían a los 97 ex empleados de Celupal, que recibirían cursos de formación para reciclarse hacia su nueva actividad.
Los trabajadores conocieron el proyecto del grupo valenciano de manos de la delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empresa, Angelines Ortiz, en una reunión celebrada el pasado mes de enero. Entonces, Ortiz presentó un proyecto “serio y viable”, según indicó el portavoz del colectivo de ex empleados, Antonio Delgado.
Delgado repasó que en ese encuentro también asistieron a “una presentación general” de los proyectos de otras empresas.
