Con la boca muy chica

Esta semana el alcalde, Javier Márquez, informaba en rueda de prensa que las licencias de urbanismo se estaban reduciendo ya a una espera de un mes, porque los funcionarios del área estaban trabajando por la tarde echando horas extra. No es la primera vez que se alude a que determinadas concejalías no disponen del personal competente necesario, como se ha dicho en varias ocasiones de Urbanismo. Sin embargo, el Ayuntamiento tiene 1.400 trabajadores, a la mayoría de los cuales no se les puede reubicar, porque están sujetos a lo que se conoce como Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que no es otra cosa que una fotografía de cual es el puesto de cada uno de ellos. Sin embargo, la RPT municipal hace muchos años que no responde a las necesidades laborales del Ayuntamiento, provocando exceso de empleados en determinados puestos, anacrónicos muchos de ellos en la actualidad, y escasez en otros más relevantes en los tiempos que vivimos. Pues bien, el caso es que siguen pasando los años y nadie es capaz de afrontar una nueva RPT. Ni el Ayuntamiento y su equipo de Gobierno coge el toro por los cuernos, ni los sindicatos son capaces de presionar para provocarlo, algo que chirría mucho, sobre todo por parte de algunos sindicatos mayoritarios que solo se quejan con la boca muy, muy chica.