El subdelegado del Gobierno emplaza la salida de la autovía A-32 hacia Baeza a que haya posibilidad económica
Tras la polémica suscitada con el voto en contra del PP en el Senado para que la ciudad de Baeza tuviera una salida de la A-32, que provocó que la localidad, gobernada por el PSOE, diera la espalda a la candidatura de la Catedral de Jaén a integrarse en el expediente como Patrimonio de la Humanidad, la ministra de Fomento Ana Pastor, allá por el mes de mayo, prometió dicha salida. Ahora, aquella promesa en sesión plenaria del Congreso de los Diputados parece caer en saco roto y muy larga se fía, si tenemos en cuenta las palabras pronunciadas ayer por el subdelegado del Gobierno de España en Jaén, Juan Lillo: “Habrá que esperar a que haya posibilidad económica”. Gran lema que podría ponerse en un gran luminoso junto a los carteles que anuncian en las autovías y carreteras del Estado ‘Provincia de Jaén’. Caben pensar dos cosas ante el anuncio de la ministra Pastor y el realizado más tarde por el mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy hace unos días en la inauguración del tramo Linares-Ibros de dicha autovía, cuando afirmó que en 2016 estarían en marcha todos los tramos: uno, que toman a los jienenses de imbéciles para arriba, o dos, que ninguno de ellos tiene palabra. Sería mejor, ante próximas promesas y visitas, que optáramos todos por la segunda.