Hay que celebrar la gran temporada, histórica, del Jaén Paraíso Interior F. S., y olvidar la del Real Jaén
H a tenido el deporte esta temporada en la capital una cara amable, radiante se podría decir, y otra amarga y decepcionante. Hablamos del Jaén Paraíso Interior Futbol Sala y del Real Jaén, que han sido la alegría y la pena de los miles de aficionados al fútbol en la capital. Sin duda hay que quedarse con la temporada del Jaén Paraíso Interior F. S., que en un fin de semana de infarto alcanzó lo más grande y se trajo para casa la Copa de España de Fútbol Sala haciendo Historia en un deporte que cada vez cuenta con más aficionados en la ciudad. El nombre de esta tierra ha dado la vuelta al mundo y ahora es el momento de agradecérselo a quienes lo merecen: a los responsables de esta proeza, sobre todo a su míster, Dani Rodríguez, que ha sido el brazo ejecutor, y a una plantilla que no se ha achicado ante nadie en una temporada que esperemos que se repita. La parte triste y negativa la ha puesto el Real Jaén, que lejos de aspirar al ‘play off’, se ha quedado en un puesto que ni esperaba, ni merecía la afición. Los de Rafael Teruel han dado, además, un espectáculo bochornoso en los últimos partidos, faltando al respeto a los 5.000 abonados del club, que con ilusión acudían cada domingo a acompañar a su equipo. El Real Jaén debe ahora planificar una nueva temporada y buscar un entrenador que lidere a un grupo que debe renovarse y, sobre todo, sentir los colores de la ciudad.