Historia de una ruina

Son culpables todos y cada uno de los alcaldes y concejales que han llevado al Ayuntamiento de Jaén a la situación que se encuentran, sobre todo a partir de mediados de los años noventa. En 1996 había 680 trabajadores y actualmente el número sobrepasa los 1.400, más de un 110 por ciento de incremento. No solo no significó un problema mientras la gallina de los huevos de oro, es decir, Urbanismo, inyectaba importantísimas cantidades de dinero al Consistorio, sino que a pesar de que el gasto en personal era ya muy alto, cada mandato se incrementaba en varios millones de euros, sin que por ello la ciudad diera un salto cualitativo en cuanto a servicios y mejoras. Por ejemplo, de 2002 a 2005 el gasto en personal pasó de los 36 millones de euros a los 46’4 y en 2007 llegó a superar los 62 millones de euros. Las salidas hacia adelante, el plan de pago a proveedores del que se beneficiaron también grandes firmas con las que se hizo borrón y cuenta nueva, y la falta de un plan de viabilidad y de contención del gasto (porque el exigido por Hacienda prácticamente no se ha cumplido)  han llevado a que nuestro Ayuntamiento esté intervenido de hecho por el Gobierno central. Duros van a ser los años venideros para todos los jienenses que las únicas inversiones que verán serán las de fondos europeos y las de otras administraciones, siempre y cuando se rebaje el nivel de tensión política actual.