Apenas 24 horas después de que el portavoz del PP y el edil de Hacienda informaran de la fiscalización de las cuentas del tranvía por el Tribunal de Cuentas, el alcalde compareció en el Ayuntamiento con mismo guión. Y no ofreció datos nuevos, más allá de reiterar la “plena disponibilidad” de su grupo para colaborar por el Tribunal de Cuentas. Parecía claro, por tanto, que la rueda informativa del alcalde llevaba otra intencionalidad, que no era otra que interferir en el anuncio que ayer mismo realizó el PSOE comprometiéndose a activar el tranvía si llega al gobierno en las Elecciones de mayo. “El PSOE acaba de crear el impuesto del tranvía para financiar este capricho político”, entonó Fernández de Moya, que fue asi de gráfico a la hora de advertir sobre la imposibilidad municipal para poner en marcha esta infraestructura: “¿Qué padre de familia que no puede pagar la luz se compra un Mercedes?” De Moya insistió en que el tranvía se entregó al Ayuntamiento sin estudio de viabilidad y enumeró todos los documentos que el Ayuntamiento va a remitir al Tribunal de Cuentas. Entre ellos está el auto judicial que ordenó su paralización tras la denuncia de Castillo y todos los recortes de prensa en los que, según el alcalde, PSOE e IU, “se desentienden” de todas las deficiencias y obras compensatorias comprometidas en su día. Eso sí, admitió que no enviará los carteles electorales que repartió con el no al tranvía. Finalmente, De Moya acabó dejando el único resquicio posible para activar el tranvía. “La única manera de encontrar alguna luz es un acuerdo con otras Administraciones”.
Mientras, a las puertas de las cocheras del tranvía, el PSOE avaló su compromiso con la puesta en marcha del tranvía y preguntó al alcalde de Jaén “cuál va a ser su hoja de ruta” con respecto a un transporte “que parado no puede estar porque cuesta más caro que funcionando”.
El candidato socialista, Manuel Fernández, mostró su compromiso de que el sistema tranviario funcionará tras las próximas elecciones municipales cuando el PSOE gobierne.
Fernández contrapuso la “responsabilidad y la coherencia” en esta decisión a la “cabezonería” de De Moya de seguir de brazos cruzados con un sistema de transporte en el que cada día que pasa sin mantenimiento tiene consecuencias económicas.
