La parcela anexa al centro de transeúntes de la ciudad, en la parte alta del recinto ferial, se habilitará a partir del día 12 como botellódromo de la Feria de San Lucas.
Es la primera vez que se crea una zona específica para que la población joven se reúna y pueda consumir alcohol, y ha sido una propuesta del edil de Juventud, Manuel Heras, que ayer convocó a asociaciones juveniles en el recinto para que conocieran el nuevo espacio.
Se trata de un terreno de 4.100 metros cuadrados que está cercado con vallas de 2,5 metros de altura y que cuenta con cámaras de seguridad. Éstas últimas, según el edil, no se han colocado explícitamente para el botellódromo, sino que ya estaban funcionando desde la Jefatura de la Policía Local.
Será la única zona del recinto ferial donde se podrá hacer botellón y tiene capacidad para en torno a 6.000 personas. Aquellos que realicen botellón en el recinto ferial podrán ser multados, tras la aprobación en junio de una nueva ordenanza municipal.
“El binomio caseta y botellón no es compatible”, aseguró Manuel Heras, aclarando que la medida evitará la imagen de otros años, con calles del recinto ferial llenas de bolsas y restos de vasos y botellas, que 'ensuciaban' también la imagen de la Feria de San Lucas.
En el botellódromo se montarán diez aseos públicos portátiles, a los que se sumarán los servicios estáticos presentes en la zona. La iluminación se ha reforzado en este nuevo espacio, que cuenta con dos accesos al recinto ferial.
Los jóvenes podrán consumir alcohol en vasos de cristal en el botellódromo o en el interior de las casetas. De no ser así, igualmente serán multados. Se quiere evitar la posibilidad de causar daños con elementos de vidrio.
Según el edil, la zona no estará 'controlada' por la Policía Local, si no que la presencia de los agentes será en caso de altercados.
Una encuesta realizada por la concejalía de Juventud en la Universidad refleja que el 95% de los estudiantes afirma que en caso de botellódromo en el Ferial lo usarán para consumir alcohol.