Cepsa ha invertido en los últimos 20 años 337,3 millones de euros en mejoras medioambientales en La Refinería La Rábida y Cepsa Química, las dos instalaciones con las que cuenta en el polo industrial de Palos de la Frontera (Huelva).
Esta es una de las principales referencias contenidas en la declaración medioambiental de
Cepsa, que realizan de forma conjunta las dos instalaciones, y que han sido presentadas en rueda de prensa por el director de la Refinería, José Antonio Agüera y el director de la Planta Química de Palos, Jesús Ivars.
Ambas fábricas conforman lo que denominan el Site Palos y en ellas la inversión medioambiental desde 1997 -anualidad en que se elaboró por primera vez la declaración- es de 337,3 millones de euros, 9,6 de ellos en el 2017, destinándose este importe, entre otros, a proyectos relacionados con la mejora de la eficiencia energética, la reducción de las emisiones atmosféricas y el tratamiento de los efluentes líquidos.
Por lo que respecta a los
gastos ambientales, han destacado que en 2017 se han alcanzado los 30 millones de euros, acumulando desde 1997, un total de 437 millones.
En cuanto al cumplimiento de los objetivos totales ambientales marcados para 2017, el resultado alcanzado fue muy positivo, llegando al 98,8 en la Refinería, además las actuaciones previstas de mejora en la gestión y reducción de emisiones, vertidos y residuos se desarrollaron de manera destacable.
Para José Antonio Agüera y Jesús Ivars, "es una prioridad liderar el cumplimiento de las más exigentes legislaciones ambientales, ya sean locales, autonómicas, nacionales o comunitarias y, por ello, se destinan importantes esfuerzos al desarrollo tecnológico y mejoras en los procesos que haga posible el ir más allá".
Además, han destacado que la compañía "está convencida de que las inversiones económicas y en capital humano realizadas para el fomento de la sostenibilidad ambiental y eficiencia energética es un deber de obligado cumplimiento".
En relación con el cumplimiento de los objetivos relacionados con la reducción de emisiones atmosféricas, en el caso de refinería, los resultados de la burbuja de 2017 indican el amplio cumplimiento de los límites establecidos, con valores que van desde el 5 por ciento al 26 % de los permitidos; de esta forma las emisiones totales de SO2 en función de la cantidad de crudo procesado alcanzaron un nivel similar a 2016, y respecto al año 2000 se ha conseguido una reducción de este índice del 88 %.
En Cepsa Química al utilizarse únicamente combustibles gaseosos, prioritariamente Gas Natural, como combustible en los procesos de producción del centro petroquímico las emisiones de partículas y SO2 son mínimas, quedando por debajo de los límites de detección y las emisiones de NOx se mantuvieron por debajo de los nuevos límites, más reducidos, establecidos en la modificación de la AAI.
Por lo que respecta a la eficiencia energética, en el caso de la refinería el índice, que engloba todos los consumos de energía natural, fue de 82,8, lo que supone una mejora de 15,8 unidades desde 2010, mientras que en Cepsa Química en este mismo período el consumo de energía calorífica fue un 4,4 superior al de 2016 debido a los cambios productivos de la instalación.