Este lunes se enfrenta a dos años de cárcel, a petición de la Fiscalía de Huelva, por construir ilegalmente en suelo protegido
Una pareja se enfrenta mañana a dos años de cárcel, a petición de la Fiscalía de Huelva, por construir ilegalmente en suelo protegido la vivienda en la que residen en la aldea rural del Calabacino, en Alájar (Huelva), cuya demolición también se solicita, por lo que quedarían en la calle.
El juicio, que está previsto que comience a partir de las 10:00 horas en el Juzgado de lo Penal 4 de Huelva, es el primero de los más de una veintena que se celebrarán contra los vecinos de esta "ecoaldea".
El fiscal, en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Efe, relata que lo acusados, esposos y padres con dos niñas de 3 y 5 años, han construido, en calidad de promotores/constructores, una vivienda en una finca de Alájar que adquirieron en 2015, haciéndose constar en la escritura pública la inexistencia de edificación alguna.
Esta edificación se ubica en suelo no urbanizable de especial protección por estar enclavada dentro del "Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche" (Zona C), por lo que los acusados no solicitaron licencia municipal ni autorización de la Dirección del Parque Natural, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Las obras, iniciadas en 2015 están casi terminadas y se realizan para vivienda habitual de los denunciados y sus hijos menores en una finca sin actividad agrícola ni ganadera, incompatible con la legislación protectora del Parque Natural.
Para la construcción se ha utilizado gran parte de paja y madera lo que supone un grave riesgo de incendio.
El fiscal considera que ambos son responsables de un delito contra la Ordenación del Territorio y además de la pena de cárcel solicita para ellos el pago de una de 3.000 euros.
En concepto de responsabilidad civil procede acordar la demolición de la edificación a cargo de los acusados.
Por su parte, el abogado defensor, Ignacio Martínez, ha indicado que la aldea de El Calabacino "comienza a crecer hace unos años de manera espontánea como todas las comunidades rurales".
"Estas personas comienzan a construir sus casas y a poblar espacios despoblados desconociendo que hay una legislación de espacios naturales protegidos en Andalucía, que se gesta en los años ochenta y que se inspira en el antiguo ICONA, que es preconstitucional, que les impide hacerlo", asevera.