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Llueve sobre mojado en el Recreativo (0-2)

El Melilla pasa por encima de los onubenses, que se colocan a tiro de los últimos puestos del campeonato

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Llueve sobre mojado en el Nuevo Colombino. Los mismos vicios del pasado, los mismos errores absurdos, la misma carencia de recursos y la misma falta de aptitud. Nuevamente se vieron futbolistas derrotados y sin orgullo. Lo más básico en el fútbol para ganar es luchar, correr y competir, y los futbolistas del Recreativo hay días que lo hacen y otros, como ayer, que no. Así es imposible y esa irregularidad condena a los albiazules a buscar la permanencia hasta la última jornada. Da igual que en el banquillo se siente César Negredo, Ángel López o Javier Casquero. Da igual. El fútbol es de los futbolistas y muchos de ellos parecen estar desconectados de la realidad social, económica e institucional que vive el club desde hace años. D

esde el principio se vio a un Recre muy espeso, previsible y horizontal. El Melilla se mantuvo ordenado y dejó que fueran los onubenses quienes controlaran la posesión. Será por falta de calidad, de intensidad o de inteligencia, pero los dos goles del Melilla llegaron de la misma forma. Error en la salida del balón, pase del rival entre líneas y definición exquisita con el portero ya vencido. En el 17’, Yacine Qasmi marcó con pierna izquierda tras aprovechar un pase en profundidad de Pedro, que había robado el balón a Mario Marín. Once minutos después, Richard Boateng ‘fusiló’ a Marc Martínez después de un nuevo error de la defensa recreativista.

A partir de ahí, sólo se vio un atisbo de amor propio de los albiazules en los primeros minutos de la segunda mitad. Pero terminó siendo más de lo mismo. Imprecisiones, falta de ideas en la zona de creación, fragilidad defensiva y una preocupante falta de gol. Ni Lazo ni Santamaría, los dos futbolistas que más peso de ataque tienen en el Decano, estuvieron inspirados. Lazo disparó al poste y Santamaría no acertó en rematar un centro desde la banda izquierda de Lazo. Ni Iván Agudo, ni Natalio, ni Toni Robaina, ni Rafa de Vicente, ni nadie hizo un papel suficiente en ataque.


Así, el Melilla, sin hacer nada del otro mundo, ni sufrió ni vio en ningún momento que el partido se le pudiera escapar. De hecho, en el frío ambiente se respiraba que podría llegar el definitivo 0-3 si el Melilla aceleraba lo más mínimo el ritmo de su juego. Otro de los detalles para que se lo haga pensar el técnico recreativista es que el partido no murió en el área del Melilla

. El Recreativo apenas se acercó a la meta defendida por Dani Barrio y no tiró de orgullo para que, al menos, recortara distancias en el marcador. En fin. Esta derrota ante el Melilla es la quinta de la temporada del Decano en el Nuevo Colombino y la 12ª de la temporada.

Los albiazules suman 35 puntos a falta de nueve jornadas para el final y tienen los puestos de descenso de categoría pisándoles en los talones. El puesto de ‘playout’ está a tres puntos, a cuatro está el descenso directo y a cinco tiene al colista.

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