El presidente de la Autoridad Portuaria de Huelva, José Luis Ramos, ha asegurado que la nueva lonja estará lista "para la primavera" y la Ciudad del Marisco para "después del verano", por lo que ha hecho hincapié en la importancia de empezar a trabajar "desde ya" para aunar esfuerzos y conseguir promocionar la marca 'Pescados y Mariscos' de la provincia de Huelva.
En una entrevista concedida a Europa Press, Ramos ha explicado que, si todo sigue su curso, las obras estarán terminadas para esas fechas, a la vez que ha indicado que el objetivo es conseguir que ambas instalaciones se conviertan en "el escaparate de la marca 'Pescados y Mariscos de la provincia de Huelva'".
A su juicio, "han de ser espacios muy importantes para la promoción de nuestros productos a nivel nacional e internacional porque de nada nos sirve tener una nueva lonja y la Ciudad del Marisco si no se promociona el género onubense". Para ello, se ha mostrado convencido de que se necesita "la unión de todos". "Se trata de hacer lo mismo que hicimos en su día con 'la DOP Jabugo' y hoy nadie duda de su calidad", ha precisado Ramos, que fue alcalde de esta localidad serrana, y que ha recordado que el jamón de Jabugo está hoy en 40 países.
"Tenemos que unirnos todos en un proyecto común bajo esa marca" para dar más visibilidad y ampliar los mercados para el pescado y marisco onubense, ha proseguido.
El edificio de la nueva lonja del muelle de Levante norte consiste en la construcción de un edificio de dos plantas formado por dos módulos independientes colocados en forma de L e inscritos en un rectángulo. El proyecto es obra del arquitecto José Álvarez Checa, que comprende la remodelación de los servicios pesqueros y reordenación urbanística norte del muelle de Levante tras ganar un concurso de ideas convocado por el Puerto de Huelva.
Por su parte, la Ciudad del Marisco albergará las nuevas naves que acogerán la actividad de los exportadores de marisco y pescado instalados hasta ahora en el muelle de Levante, donde se llevará a cabo también un proceso de remodelación. Los espacios se distribuirán de forma que la planta baja se reservará para la actividad industrial propiamente dicha (control de acceso, carga y descarga de camiones en los dos muelles, manipulación y elaboración de alimentos, refrigeración, congelación y almacenaje).
Separados de esta actividad y orientados al exterior, se ubicarán dos locales (también en las plantas superiores), con accesos directos desde el exterior, pensados para que puedan tener un funcionamiento independiente. La planta alta tendrá varias zonas diferenciadas: siete accesos peatonales, espacios comunes, la planta alta de cada uno de los módulos de exportación y, por último, una gran galería de acceso del público a la zona de venta de marisco y pescado.
El diseño del complejo rompe con la linealidad del polígono y propone construir una fachada que muestre su cara más amable al exterior, liberando un espacio industrial al interior. Esta solución se puede hacer extensiva al resto del polígono, consiguiendo la regeneración urbana de la zona.