Caótica, penosa e insostenible. Así es como define el sindicato Acaip la situación de las prisiones de España, y la de Huelva no es una excepción. A su juicio, sobran internos y faltan funcionarios, de modo que la ecuación no sale.
Por ello, este miércoles ha protagonizado una sonora movilización a las puertas de la Subdelegación del Gobierno para protestar por esta situación y anunciar que no acudirán a los actos de la patrona de Instituciones Penitenciarias, Nuestra Señora de La Merced, que se celebrarán este viernes en la prisión onubense.
El delegado de Acaip en Huelva, José Juan Serrano, ha explicado que “esta concentración se encuadra dentro de las movilizaciones nacionales que el sindicato está realizando para denunciar el estado en el que se encuentran las prisiones de España, caótico por diversos problemas, entre ellos las agresiones que estamos sufriendo los empleados públicos diariamente, y también por la nefasta política de personal realizada por la Secretaría General, pues llevamos cinco años sin concurso de traslados”.
Sobre las agresiones, el sindicato cree que “no se están tomando medidas efectivas para que no nos partan la cara”, y es que a juicio de Serrano, “no hay un protocolo de agresiones efectivo y que de verdad afronte los problemas que estamos sufriendo”.
En caso de Huelva, pone un ejemplo concreto que puede afectar en esta realidad: “No reparten los fines de semana la medicación psicotrópica, dando a los presos el viernes toda la medicación, lo que pone en peligro la salud de los internos, la seguridad de los trabajadores y rompe la tranquilidad de muchas familias”.
A esto añade Juan Carlos Sánchez, coordinador territorial del sindicato en Andalucía, que los funcionarios de prisiones no están considerados como agentes de la autoridad -el médico y el maestro sí lo están considerados dentro de la cárcel-, de modo que de cara a un juicio por agresión, el acusado no se enfrenta al cargo de atentado a la autoridad: “Eso es una vergüenza, el preso lo sabe y se aprovecha nos insulta, amenaza y agrede, tanto dentro como fuera”.
En 2016 se produjeron 360 agresiones en las cárceles españolas, de las que cinco se vivieron dentro de los muros de la onubense, pero Sánchez advierte que esa cifra está ‘maquillada’, ya que “son las que se pueden considerar graves, pero las agresiones leves, los insultos o las amenazas no están contabilizadas”.
A esta situación de violencia no ayuda nada la ecuación de más presos y menos funcionarios, de ahí que otra de las peticiones de Acaip al Gobierno es la convocatoria de una oferta de empleo público que incluya la incorporación de 3.500 plazas al sistema penitenciario en los próximos cuatro años. Medio centenar son las que calculan que necesitaría la prisión onubense para tener una plantilla “digna”.
Población reclusa de más
La población de recursos de la cárcel de Huelva es de unos 1.200 presos, y según explica Acaip, “el mandamiento de la Ley Orgánica dice que las celdas deben ser individuales, con lo que la capacidad de la prisión sería de 1.000 reclusos”. Por su parte, hay en la actualidad 420 funcionarios, de modo que, según sus cálculos, sobrarían 200 presos y faltarían 50 funcionarios.
Y es que, aunque a primera vista, 420 podrían parecer suficientes, Sánchez explica que “el funcionariado de un centro penitenciario se divide en varias áreas (oficinas, mixta e interior)”. Los responsables de la seguridad de los internos son unos 250, pero, realmente “los que vigilan interiormente y los que bregan con los internos pueden ser diariamente unos 30 ó 35 funcionarios, ya que se dividen en ocho grupos de trabajo”.
Acaip dibuja un panorama nada alentador detrás de los barrotes, de ahí que entiendan que no hay nada que celebrar, por mucho que sea el día de la patrona.