Un Jueves Santo con temperaturas más livianas para una jornada cofrade solemne, de luto y recogimiento. De negro y mantillas.
Con las hermandades de Oración en el Huerto y Buena Muerte ha arrancado, pasadas las 19.00 horas, el Jueves Santo de la capital onubense.
A las 19.02 horas se abrían las puertas de la Concepción y aparecía la Cruz de Guía de la Hermandad de Oración en el Huerto. La primera levantá del paso de misterio, en el interior del templo, de manos de un hermano nazareno que, con más de 70 años, sigue cumpliendo con su estación de penitencia.
Acompañada por el alcalde, en representación del Ayuntamiento, que es hermano mayor honorario de la hermandad, la sacramental de la Concepción se dispone a sacar su paso de misterio.
A las 19.17 horas, ya está en la calle. Suena la Marcha Real y empieza el recorrido del Señor.
Pasados unos minutos, ya se divisa a través de la puerta lateral de Concepción, en Méndez Núñez, el paso de palio. A las 19.40 horas, levantá en el interior, ya se asoman los acólitos por la puerta, y tres minutos después, Nuestra Señora de Los Dolores atraviesa el dintel. Ahora sí, Oración en el Huerto comienza por completo su estación de penitencia.
La hermandad estrena este año la restauración del juego de varales y jarras del paso de Nuestra Madre y Señora de los Dolores y las esclavinas para los acólitos.
Y mientras, muy cerca, en Las Agustinas, hacía lo propio la Hermandad de la Buena Muerte. A las 19.21 horas, en un complicada salida por la estrechez de la puerta, pisaba la calle el paso de misterio, y media horas después, la segunda Virgen del Jueves Santo se echaba a la calle: Nuestra Madre de la Consolación y Correa en sus Dolores.
La hermandad va arropada por 400 nazarenos, que lucen túnica y morrión negro, botonadura azul y correa de cuero negro.