La comparsa de Ayamonte ‘Los religiosos’ marca los mandamientos de la creencia carnavalera en una actuación espectacular
El Carnaval es una actitud ante la vida, una forma de afrontarla que tiene sus valores, sus reglas, sus normas... su dogma de fe. El Carnaval es una religión más allá de los altares, un verso que se libera en el templo del teatro, que se conjura en los cuartos de ensayo y que se expresa con la libertad que esta fiesta exige. ‘Los religiosos’ es Carnaval.
Esta comparsa de Ayamonte, la de Cayuela, puso el fin de fiesta a la cuarta sesión del Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino, y lo dejó con el sello propio de una agrupación que ha hecho del ritmo y el buen verso dos de sus señas de identidad, con un tipo alegre para defender el credo carnavalero con literatura de altura puesta en voces que, yendo arriba o yendo abajo, acaban transmitiendo el mensaje con la misma claridad y con una musicalidad dinámica y colorista que este año gana aún más entero con la incorporación a sus filas de Juan Francisco Palacios en el punteo.
Su historia es la de la religión carnavalera, lucida con un pasodoble que deja claro que ante la sinrazón del terrorismo no hay que distinguir muertos y muertos según donde sean matados, y otro en el que pone en valor la labor de la iglesia más allá de las iglesias, la de las buenas personas que, voluntariamente, ponen su grano de arena para aliviar las miserias.
En los cuplés, soniquete casi chirigotero con estribillo de ‘chiriparsa’, preámbulo de un popurrí donde conjugan su calidad de voces, la profundidad del verso y un compás musical que invita a bailar al respetable. Cayuela y los suyos la han vuelto a formar en el Gran Teatro, poniendo un espectacular fin de fiesta a una noche que sólo por ellos llegó al sobresaliente.
Por lo demás, la cuarta sesión fue iniciada por la comparsa de Huelva ‘El máquina’. Bonito tipo de máquina la de la comparsa de los Giraldo, muy bien cantada y que decidieron dedicar sus pasodobles al Carnaval mismo.
Con ‘El tipo está al salir’, chirigota de Los Palacios y Villafranca, el respetable acudió a la última parte de un parto carnavalero. Digna actuación.
También fue la noche de ‘La misión’, comparsa de Trigueros, que dejó un pasodoble en homenaje a Pepe Alvarado, pregonero de este año.
Y por último, la original propuesta de ‘Los inseparables’, chirigota de Punta, con original propuesta de hermanos siameses muy despegados en sus gustos (uno rociero, otro carnavalero), y que dejó con ciertos puntos del popurrí sus mejores momentos.