Con una amplia trayectoria política, este profesor de Lengua y Literatura de 57 años ha sido consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, parlamentario andaluz, candidato a la Alcaldía de Huelva y portavoz municipal durante dos mandatos, entre otros cargos. Ahora quiere dar el salto a la política nacional para mejorar el país y “poner a Huelva en su sitio”. Consciente de que los comicios del 20D no son unas elecciones cualquiera, está convencido de que el PSOE puede traer esos nuevos aires que la ciudadanía demanda.
Ha pasado por la política municipal y la regional, y ahora da el salto a la nacional. ¿Por qué ahora?
Siempre me gusta decir que la política es una vocación y un compromiso plural, no es una decisión mía, sino compartida especialmente con el secretario provincial y su ejecutiva, que han decidido, igual que todos los compañeros cuando han votado, proponerme como cabeza de lista para el Congreso. Quizás en esta etapa han valorado también la experiencia y el recorrido, donde siempre la provincia de Huelva ha tenido para mí un compromiso esencial. En la política nacional a la que ahora me dirijo hay un doble recorrido, como los cantes de ida y vuelta: uno es contribuir, que no es poca cosa, a mejorar el país, sobre todo en la elaboración de las leyes; y el otro es, lógicamente, que Huelva despegue y tenga el lugar que merece, porque los socialistas vamos a poner a Huelva en su sitio.
En las elecciones de 2011, el PSOE, histórico ganador en la provincia, retrocedió y fue superado en votos por el PP. ¿Qué perspectivas hay para el 20 de diciembre?
Yo creo que es público y notorio que en 2011 había una coyuntura especial. De la misma manera que hoy nadie se atreve ya a decir que la culpa de la crisis la tuvo Zapatero, que parece que fue un eslogan del PP, pues del mismo modo, todo el mundo reconoce que el PP aprovechó esa situación y la gente entendió que podían solucionarle sus problemas el PP. Creo que cuatro años después esa posible solución se ha convertido en un enorme fracaso porque el PP ha fracasado, y particularmente en Huelva, creo que ha sido un partido que le ha dado la espalda a esta provincia.
Entonces, esperan mejores resultados. ¿No teme que la entrada de dos nuevos actores, Podemos y Ciudadanos, les reste votos?
Para un demócrata, cualquier competencia en el mejor sentido de la palabra de otros partidos es siempre saludable. La democracia es participación y la diversidad política siempre enriquece a la Democracia, por tanto, no nos preocupa nada, todo lo contrario. Creemos que si así lo quieren los ciudadanos, es porque quieren también un panorama más plural. En cualquier caso, lo que ha ocurrido fundamentalmente estos cuatro años es que sobre la crisis económica, con el PP se ha producido una crisis social, otra institucional, de representación política, la política ha sufrido mucho y la credibilidad de la política; y por último, una crisis territorial, que no es poca cosa. Este país está peor que hace cuatro años en estos tres sentidos.
¿Teme que baje la participación por la crisis de la política?
Crisis de la política para nada, creo que la gente está más movilizada y más concienciada políticamente que nunca. La prueba evidente es que los programas políticos y de debate, que se multiplican, tienen altos índices de audiencia. Creo que va a haber una alta participación, algo que sería muy bueno. Lo que hay es una crisis de la democracia representativa, y tenemos que repararlo. Tenemos que ahondar en la legitimidad y la confianza de los representantes políticos. Me gusta decir que a la transparencia y la participación, el político ha de añadirle algo más, y es el ejemplo. Los ciudadanos están demandando políticos ejemplares y los socialistas estamos dispuestos a hacerlo.
¿Cómo se plantea la campaña?
- El PSOE es muy identificable en campaña. Ese ‘puerta a puerta’ que es signo de identidad del PSOE desde el año 1977, es como si la gente lo esperara cada campaña. Es un encuentro siempre muy grato donde nosotros damos la cara y ellos no dan la espalda. En este sentido, partiendo de esa idea básica de contacto con el ciudadano, al final en campaña el PSOE es un movimiento de personas implicadas en un proyecto que tiene como valores la libertad, la igualdad y la solidaridad. Estamos en un año en el que venimos de dos convocatorias electorales donde hemos tenido un respaldo muy importante. Por lo tanto, estamos en un momento de recuperación de confianza del PSOE que espero que culmine el 20 de diciembre con unos buenos resultados.
Como ha dicho, son las terceras elecciones en un año. ¿No teme el hartazgo de la ciudadanía?
Yo creo que la Democracia no cansa nunca, lo que cansa es una dictadura y acaba con la paciencia de cualquiera. Es cierto que estas elecciones generales tienen una característica especial por lo que he dicho antes, estas tres crisis que sobre la económica se han producido. Yo creo que la gente quiere saldarlas de alguna manera votando, para que se cree un espacio nuevo de diálogo, consenso, y un cambio de rumbo en la gobernación de España. Yo creo que la gente lo está esperando, por eso creo que va a haber una buena participación, y no están sobrando estas elecciones, todo lo contrario, yo creo que se esperan con ilusión, ganas y espíritu crítico.
No son, quizás, unas elecciones cualquiera, por el momento y el contexto en el que se celebran
Yo creo que hay un cierto agotamiento del modelo del 78. Prácticamente dos generaciones ya han pasado y ese modelo hay que revitalizarlo. No es normal que una constitución cumpla 40 años sin ser retocada. Por ejemplo, el artículo 49 no habla de personas con capacidad, habla de disminuidos. Esto es intolerable en una constitución del siglo XXI. O no existe Europa, o nuestro heredero tiene que ser varón. Hay cosas que hay que cambiar. En Alemania, en este espacio de tiempo, se ha cambiado 40 veces la constitución y no pasa nada. Yo creo que la gente está demandando ese espíritu de cambio, de transformación. Como decía Azaña en un célebre debate con Ortega y Gasset, precisamente sobre el Estatuto de Cataluña en 1932, “no se trata de cambiar el sistema político, como proponen algunos, sino de las políticas del sistema”. Yo creo que tenemos un estado que funciona bastante bien, una monarquía constitucional, un espacio para todos y de todos, y lo que hay es que cambiar esas políticas de este sistema democrático.
Centrándonos en Huelva, ya hablado en precampaña de las infraestructuras y del papel del Puerto. Concrete un poco más
Desde 1996 que se inauguró la autovía Huelva-Ayamonte, y antes la Huelva-Sevilla, ninguna gran infraestructura de comunicaciones de ese calado se ha hecho más en Huelva. Llevamos 20 años parados. ¿Qué ocurre? En 2004 llega un gobierno socialista y en 2008 ya estamos licitando obras para la N-435, remodelando y modernizando la línea Huelva-Zafra y hay una viabilidad y en presupuestos obras a concurso para el AVE. Esto se para en 2011. Es cierto que habíamos perdido una serie de años; también es cierto que gobernó el PP ocho años, pero Huelva tiene ahí un hándicap o un déficit de 20 años que tenemos que recuperar inmediatamente. Empezábamos a recuperarlo en 2011 pero eso se ha interrumpido. Han sido cuatro años en blanco en materia de infraestructuras. Y lo del Puerto, creo que ha sido desde tiempos inmemoriales la gran locomotora de toda una provincia muy diversa económicamente y muy productiva. Hemos pasado de una tierra de mineros y marineros, que era la Huelva de hace siglos, a una tierra de mineros, marineros, agricultores, industriales, innovadores, de servicios, turística… Yo creo que pocas provincias tienen la diversidad económica que tiene Huelva, y en el Puerto tiene lógicamente una puerta de salida extraordinaria. De hecho, es el más grande de España en extensión y el segundo de Andalucía en capacidad. Y tiene que seguir siendo la locomotora, pero sin conexiones hacia Extremadura, Sevilla y Portugal, queda un poco huérfano. Está es un espacio logístico y estratégico de gran valor, y ahí hay también proyectos en marcha. No hay que ser derrotistas. Me gusta decir que en Huelva muchas veces hay una suerte de apatía o indolencia, de frustración, que no es buena. Ha habido cosas buenas estos 30 años que han transformado la provincia. Hay 409 centros educativos, 350 centros sanitarios… Se ha establecido una red interesantísima desde el punto de vista de los servicios, de las dotaciones. No hay pueblo que no tenga su polideportivo municipal, su teatro, su espacio cultural, su centro de servicios sociales, su Guadalinfo para acceder a internet. Eso es un gran logro, pero es verdad que como estamos en una esquina del mapa, necesitamos no más que otros, pero por lo menos lo mismo. En estos cuatro años, el PP sí ha invertido en otras provincias; por lo tanto, ha habido un trato desigual. No es que no haya dinero para nadie, ha habido para algunos, y somos la única esquina del mapa que está huérfana del AVE, por ejemplo.
Entonces, ¿hay un compromiso del PSOE de que si gana las elecciones, en cuatro años se van a ver avances en materia de infraestructuras?
Sin duda, tenemos que avanzar, lógicamente. Tenemos que volver al punto de 2011. Qué duda cabe que las infraestructuras requieren de un tiempo, pero es que nos hemos quedado en punto muerto con el PP, así que tenemos que meter por lo menos la primera marcha, y de ahí en adelante caminar.
Los regadíos también están dando mucho que hablar en los últimos tiempos
Conozco bien el tema porque precisamente en el año 2010, cuando se aprueba el Plan Hidrológico del Tinto-Odiel-Piedras, ya se contempla, y tuve el honor de poder firmarlo como consejero, la capacidad de 15 hectómetros cúbicos para regadíos en la provincia. Andalucía tiene que ser la donante, y ahora el Gobierno tiene que hacer la transferencia hacia el Guadalquivir, y esto no se ha hecho en cuatro años. Que ahora venga la ministra con una especie de papeles o certificados es como dar carnés de conducir a gente que no tiene coches. Tenemos que ser serios. Es poco de fiar alguien que intenta tapar las vergüenzas de no haber hecho nada con una suerte de certificados que yo creo que no van a solucionar el problema que tienen los agricultores de esta comarca. Ocurre lo mismo que con las infraestructuras, que el AVE está llegando a todos los sitios menos a Huelva. Es que, por ejemplo, en el Tajo-Segura se ha hecho trasvase, hace dos semanas lo aprobó el Consejo de Ministros. En otros lugares se están haciendo transferencias, incluso bordeando la ley. Aquí que es todo legal, no lo ha hecho el Gobierno. Por lo tanto, hay un trato discriminatorio. Este Gobierno no se ha preocupado por Huelva.
Hablamos ahora del paro, una de las principales preocupaciones de los ciudadanos
Me preocupa el paro muchísimo, pero en paralelo la precariedad. En estos cuatro años se ha creado un término que es el precariado. Lo están utilizando ya algunos economistas. En 30 años, la pobreza había ido dejando de existir en España, y sobre todo últimamente no había trabajadores pobres. En España hay ahora un 18% de trabajadores pobres y gente joven que sale de la Universidad y cobra salarios de miseria con los que no llega ni a mitad de mes. Está pasando algo grave, porque aparte del paro, el empleo que se crea es de mala calidad, que no da satisfacción a las expectativas de vida de jóvenes y mayores. Hay que corregir las dos cuestiones. Hay que crear empleo, pero estable y de calidad, y evitar la brecha terrible que se está abriendo, porque no puede ocurrir que esté mal repartida la riqueza que hay. Los salarios altos han crecido y las clases medias han perdido un 30% de poder adquisitivo. Estamos en el poder adquisitivo de 1993, hemos ido para atrás 20 años. Aquí hay un mal reparto. Si también hubieran sufrido los altos dirigentes una reducción del 30%, estaría diciendo otra cosa, pero se está abriendo una brecha entre ricos y pobres.
Pedro Sánchez ha anunciado que si es presidente abolirá la reforma laboral
Es que ha abierto la puerta a ese trato desigual donde el papel predominante lo tiene el empresario. Yo desde luego no voy a estigmatizar a todos los empresarios, pues hay emprendedores que creen de verdad que un trabajador bien pagado es el mejor activo de su empresa, pero también hay especuladores que están compitiendo con salarios de miseria. Aquí en Huelva, me lo dijeron el otro día los sindicatos, se está pagando 2,5 euros la hora de una camarera de hotel. Está pasando algo en Huelva, crece el turismo pero sin embargo no crece el empleo. Hay alguien que está ganando más dinero y sin embargo no hay más trabajo y hay peores salarios. Eso hay que cambiarlo, y eso lo ha propiciado la reforma laboral. Ha sido una estrategia clara que abunda en favor del capitalismo salvaje y especulativo, que ha fracasado. La mayoría de los empresarios son conscientes de que el objetivo no es impedir que la gente se haga rica, sino que haya pobres. También ha adelantado Pedro Sánchez la renta mínima vital. Parece lógico que evitemos que haya 2,3 millones de niños pobres en este país. La infancia merece una mirada urgente por nuestra parte. Es imprescindible dar cobertura a familias que son pobres de solemnidad. Esta expresión existía hace 30 ó 40 años, pero desgraciadamente se ha vuelto a poner en boga.
El PSOE siempre ha sacado pecho de sus políticas sociales y de que eso es lo que les diferencia
Es que siempre hay una diferencia con un gobierno socialista. Yo he pertenecido a él desde una posición difícil, porque un gobierno autonómico lo que maneja es un 15% del presupuesto. El 85% viene del Ministerio de Hacienda, no puede ser de otra manera, pues es quien lleva la caja única del país, pero con ese 15%, por ejemplo, las tasas universitarias en Andalucía no han crecido desde 2011, las becas se han complementado, la Ley de Dependencia la asume Andalucía en un 78%, cuando la ley marca un 50%. Todo esto lo ha hecho Andalucía con ese margen pequeño que tiene. En este sentido, hay otra manera de hacer las cosas. En los servicios públicos básicos como educación, salud, pensiones y dependencias, lo que hay por parte del PP es un modelo que ya conocemos, de otros países conservadores, donde se abre camino la privatización. Cuando se deteriora un servicio público, al lado hay un negocio, y esto es lo que se está abriendo paso en España.
Medio ambiente e industria, dos piezas de un tablero con especial relevancia en Huelva. ¿Cuál es el modelo del PSOE?
Hace tiempo, ya por las leyes que han emanado de los parlamentos autonómico y nacional, una actividad que sea perniciosa para la salud o el medio ambiente es insostenible y sobre todo es ilegal, particularmente en Andalucía; por tanto, la industria tiene que someterse a un equilibrio con la naturaleza y con la salud de los habitantes. En Huelva, es verdad que tenemos una rémora del pasado, que era una industria muy contaminante. Esos tiempos pasaron pero queda alguna herencia, como los fosfoyesos. Lo que hay que ponerse es manos a la obra para que quede ese terreno saneado y limpio, porque es cierto que va muy despacio. El cese de vertidos fue a finales de 2010. Yo creo que aquí la empresa está haciéndose de rogar y no debe ser. Tendría que estar ya cumpliendo objetivos. Había tareas que podía hacer desde ya, como es la limpieza de toda el agua acumulada en las balsas. A día de hoy tendría que estar depurando esas aguas. La empresa no puede irse de rositas en un debate importante en el que el Ayuntamiento de Huelva ha cogido una posición de liderazgo muy interesante para que se hagan las cosas bien.
Para terminar, una pregunta tópica pero cargada de sentido: ¿qué se juega Huelva el 20D?
Yo creo que se juega o quedarse parada o caminar y además a un ritmo acelerado. En cuatro años tenemos que recuperar mucho tiempo perdido. Votar al PP creo que sería quedarnos estancados en el pasado y Huelva necesita incorporarse al futuro con más celeridad que otras provincias.