A la segunda, fue la vencida. Tras un primer intento pospuesto por la lluvia, este jueves miles de onubenses convocados por Mesa de la Ría recorrieron las calles de Huelva, desde La Merced hasta la plaza de Las Monjas, para entonar un no a los fosfoyesos y exigir su retirada.
Así, más de 2.000 personas gritaron “Fosfoyesos fuera de Huelva” hasta llegar a la plaza de Las Monjas, donde literalmente la llenaron, y visionaron un vídeo con la propuesta de la plataforma ante la intención de Fertiberia de sólo cubrir las balsas. Después, uno de los portavoces de Mesa de la Ría, Francisco Romero, recordó el porqué de esta marcha: “Cuando la lucha es justa, salimos a la calle porque sabemos que la razón está de nuestra parte, y esta en especial, la retirada de los fosfoyesos de la marisma, no es una lucha de la Mesa de la Ría solo, es una lucha de toda Huelva, independientemente del color político al que se pertenece”.
Por ello, criticó que “los partidos políticos que no dudan en sentarse con las empresas para negociar la mejor salida para estas, no quieran estar con la ciudadanía en la lucha por la salud, la limpieza de las marismas y por nuestra ría”.
Mesa de la Ría apeló a la responsabilidad de los onubenses, pues “la Huelva del mañana la tenemos que empezar a construir hoy, y esa Huelva no viene sola, necesita de nuestro esfuerzo, y aquí estamos poniendo la primera piedra”.
Por último, un tirón de orejas a las empresa del Polo Químico, pues “las balsas de fosfoyesos son el claro ejemplo de cómo las industrias químicas han tratado a Huelva en los últimos 50 años; han destrozado nuestros recursos naturales, se han saltado la ley y cuando les interesa, cierran y se va, dejándonos la miseria, el paro y los residuos”.
Por todo ello, “estamos aquí, no se lo podemos consentir más, nos tenemos que plantar”, y en clara respuesta la propuesta de Fertiberia, espetó que “tapar los fosfoyesos es perpetuar el problema, además de certificar una ilegalidad; quien se ha llevado los euros, que se lleve los residuos”.
Tras el discurso, y mientras la gente firmaba contra los fosfeyesos, el Niño de Elche entonó sus cantes sus tóxicos, y después se llevó a cabo una performance tras la pancarta ‘Huelva me mata’.