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Huelva

“El que sigue abierto hoy en día en Huelva se merece una medalla”

Iván Gómez, presidente de la Asociación de Hosteleros de Huelva

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  • Iván Gómez -

Está al frente de un sector machacado por la crisis, y que estos días afronta el mal trago del anuncio de la subida de la tasa de veladores anunciada por el Ayuntamiento de Huelva, que supondrá para algunos bares pasar de pagar 1.800 euros al año a abonar unos 5.200. Convencido de que el turismo gastronómico de la capital onubense está por explotar, el hostelero onubense analiza para Viva Huelva la situación de un gremio que camina por el alambre a empujones por la falta de apoyo de las diferentes administraciones.

¿Cuál es el principal sentido de las alegaciones que vais a presentar?
–Contemplan que, debido a la situación del sector, es inasumible por parte de los empresarios lo que hasta ahora han comunicado. Espero que la cita de hoy no sea para explicarnos nada, porque creo que nosotros se lo podemos explicar mejor que ellos a nosotros. Creo que el documento de la subida de tasas lo hemos leído más detenidamente que ellos. Vamos a hacerles ver que es inviable, espero que la reunión sea para que el Ayuntamiento cambie esa decisión.

El alcalde dijo que la subida suponía sólo dos euros más al día, mientras que ustedes decís que hay bares que pasarán de pagar 1.800 euros anuales a 5.200...
–Todavía le estoy dando vueltas. Si un bar de zona centro tiene 18-20 veladores, y pasa de pagar 1.800 euros a 5.100, es que es inviable totalmente. ¿De dónde ha sacado lo de los dos euros? Nosotros le vamos a explicar cómo es realmente la subida que han propuesto, porque a lo mejor realmente no son conscientes. No  coincide lo que han dicho con lo que se ha escrito.

¿Cree que os están tomando como una especie de balsa de salvación para la crisis económica del Ayuntamiento?
–La balsa de salvación aquí en Huelva la veo yo un tanto complicada. Si es verdad lo que se comenta de la tremenda deuda que tiene el Ayuntamiento, creo que es inasumible, y del bolsillo del empresario no puede salir porque la situación está como está. Hay que buscar vías alternativas. Supongo que para ellos, nosotros seremos una pequeña amortiguación, pero hay que dejar claro que a esta asociación nunca se la ha tenido en cuenta.

¿Tenéis decidido qué protestas vais a llevar a cabo si la tasa sigue adelante?
–Hasta el momento se ha comentado de todo. Se ha planteado irnos a la puerta del Ayuntamiento; hay quien ha propuesto el cierre de negocios por un día, lo cual es bastante complicado porque vivimos del día a día y hay gente que no se lo puede permitir, y con eso es algo con lo que se juega desde la administración; si hubiese que declarar persona ‘non grata’ a alguien se declararía. Se han propuesto todo tipo de ideas y ninguna ha ido al cubo de la basura.

¿En qué os ayuda ahora mismo la administración local?
–Había un proyecto por parte de Ángel Sánchez, que es un concejal que por lo menos nos coge el teléfono y nos habla claro, que consiste en hacer una especie de ruta de la tapa permanente, y se le está tratando de dar forma. Es algo que se agradece. El que hagamos por un lado algo no significa que por otro nos puedan dar un hachazo. Nosotros, lo que muchas veces pedimos es que no nos ayuden, pero que nos dejen tranquilos.

¿No entienden la labor que podéis hacer a nivel turístico?
–En Huelva, el turismo no existe. Por desgracia, Huelva no es una ciudad turística. No hay grandes monumentos, no hay un casco antiguo como pueda tener Granada, Sevilla, Bilbao o San Sebastián. Le hemos dicho al Ayuntamiento que una buena manera de potenciar el turismo sería gastronómicamente, y no lo digo yo, lo dice mucha gente. Hablo con la gente que ha pasado por Huelva cuando ha habido algún evento, como  José Tomás, y todos se van encantados. Por el norte se ve la gastronomía de manera diferente a cómo lo vemos nosotros. Tú te vas de Bilbao, y te vas hablando de los pinchos, del maquillado que le han pegado a la ciudad, que tienen fábrica y ría, pero la han ‘tuneao’ todo alrededor, y hay que ver los pinchos y el chuletón que nos hemos comido. En San Sebastián, escuchas a gente que habla del Paseo de la Concha, pero que se han metido en un bar enfrente... Santander, tres cuarto de lo mismo, te vas a Valladolid y vienes hablando del lechado... En Huelva se habla del jamón y la gamba, por supuesto, pero hay muchas más cosas aparte de la gamba y el jamón. Por ejemplo, aquí hay un cordero que no tiene nada que envidiarle al de Ávila, nada,  y eso no se acaba de apreciar ni de explotar.

¿Qué se debe hacer para que la hostelería sea un motor de desarrollo para la economía de la capital onubense?
–Para empezar, creérselo, darle credibilidad desde todas las administraciones, que parecen que piensan ‘bah, si son bares y camareros’. Siempre se nos ha tratado como ciudadanos de segunda. Es nuestro sentir con todas las administraciones. Y eso que están viendo que cuando vienen personalidades a Huelva salen aplaudiendo de los sitios donde comen, de los grandes restaurantes que tenemos. Huelva tiene establecimientos para todo tipo de público...Pero hay que creérselo, hay que apostar por ello. Además, ¿qué mal puede pasar? Si esto no saliese bien, que es muy difícil, ¿qué?, si además el coste económico no es elevado, es publicitar fuera de aquí.  Hay que hacer una apuesta como algo puntero. Se está maquillando la ciudad en aspectos como el ensanche, el nuevo paseo marítimo, pero no se van al centro de la cuestión, que es que hay que potenciar el turismo en este sector.

Te ves ahora por todos lados  grandes ofertas en los bares, ¿cómo lo valoras?
–Entiendo que la gente está intentando sobrevivir, porque es una época de sobrevivir, y, créeme, que el que está abierto hoy en día en Huelva merece una medalla. No sabrá nunca el que está fuera lo mal que lo están pasando los negocios.  Para mí, los auténtico héroes de hoy en día son los dueños de establecimientos que tienen más de diez trabajadores y cumplen a rajatabla con sus impuestos, con sus trabajadores y con sus proveedores. Ahora, entrar en la guerra de precios, hay quien se lo puede permitir y quien no. Creo que no es bueno la guerra de precios entre unos y otros. 

¿La luz al final del túnel?
–Se nos llevan dichas tantas cosas... que sabemos que la única manera de seguir adelante es trabajar, trabajar y trabajar, y lo único que pedimos es que nos dejen trabajar. Que no nos quieren ayudar, muy bien, pero que no nos pongan el pie en el cuello, ni medidas como la subida de tasas que más que una medida es una extorsión. Que no se acuerden de nosotros sólo cuando necesiten dinero, que también se acuerden para otras cosas, porque si no Huelva se convertirá en una ciudad fantasma, y acabarán consiguiendo un turismo de bocadillos, y eso sí que sería muy penoso para una ciudad con tantas posibilidades gastronómicas como Huelva.

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