Un campo de fútbol en mitad de la playa, un césped mezclado con la arena, el verde que se confunde con el azul del mar… Las reacciones ante el curioso fenómeno natural que se puede ver en estos días en la playa de la Antilla son tantas como personas se acercan a verlo, sorprendidas de que, a veces, la naturaleza tome decisiones más que curiosas.
No se sabe muy bien por qué, pero desde hace unos días parte de la bajamar de la playa lepera, en la costa occidental de Huelva, está cubierta por una capa de hierba, que ha crecido en mitad de una arena que normalmente no cuenta con más visión que la de su propia textura, pero ahora tiene un recurso turístico añadido “llamativo y que no ha supuesto ninguna inversión”.
Lo explica a Efe la concejala de Turismo del Ayuntamiento, Elena Vélez, que pone el acento en que “a veces, la naturaleza hace cosas tan curiosas como esta”, en este caso una enorme capa de hierba se mezcla con la arena y llega casi al agua, y se convierte, de paso, en algo que atrae no solo las miradas y visitas de mucha gente que se acerca a la zona para verla de cerca, sino de los más de 2.000 personas que viven en esta playa de Lepe durante todo el año.
La concejala no sabe precisar, de hecho casi nadie acierta con ello, el motivo exacto de este fenómeno, aunque puede influir la regeneración de arena que se ha realizado en los últimos años en esta playa, que forma parte de las cuatro que gestiona el Ayuntamiento de Lepe, y entre la arena que ha viajado a la bajamar puede estar tierra con semillas que ahora han germinado.
“La lluvia de diciembre se ha unido a unos días espectaculares de sol, y se ha juntado todo para tener este curioso espectáculo natural”, detalla la concejala, mientras su compañero en la delegación de Playas, José Miguel Ramírez, pone el acento en la necesidad de realizar nuevas regeneraciones de arena, pero eso está condicionado a contar en La Antilla con un espigón, cuyo proyecto, ya aprobado, se espera que sea una realidad más pronto que tarde.
El 9 de agosto de 2022 se publicaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE) que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico había aprobado la Declaración de Impacto Ambiental de este proyecto, que contempla la construcción de un espigón en la zona de Levante de la playa de aproximadamente 160 metros, con orientación perpendicular a la línea de costa.
Además, aprobaba una regeneración de las playas de la Antilla e Islantilla con una aportación artificial de arena estimada de 491.454 metros cúbicos, destinada a mantener la bajamar con un nivel óptimo de arena durante todo el año, sobre todo cuando, desde Semana Santa, miles de personas de toda España acuden a este punto del litoral onubense para pasar sus días, semanas o meses de vacaciones.
La principal función del espigón pasa por frenar la pérdida de material ocasionada por el arrastre longitudinal de sedimentos, de modo que ya no se pierda arena con la facilidad que sucede hasta hoy, y se espera que esta solución a largo plazo se comience a ver desarrollada cuanto antes.
La zona cubierta de césped se encuentra en lo que se conoce como Playa central, un punto al que se llega directamente desde la carretera que conecta Lepe con su playa, y que este domingo mostraba un curioso peregrinar de gente asomándose a la bajamar para disfrutar del llamativo fenómeno.
Solo hay que dejar el coche cerca de la playa o en las inmediaciones de la iglesia de la playa, recorrer a pie unos 50 metros, y el espectáculo visual se abre a los ojos de los visitantes, un recurso turístico gratuito y fruto de la acción de la propia naturaleza que se une a la oferta de la propia zona en estos meses de temporada baja.