La investigación se ha centrado en las marcas de mordedura producidas por la hiena Pachycrocuta brevirostris
Una investigación liderada por la Universidad de Granada (UGR) ha descrito por primera vez con inteligencia artificial (IA) la forma de las marcas de mordedura de un tipo de hiena extinta que vivió en Orce hace 1,6 millones de años.
El equipo internacional de científicos del ProyectORCE, liderado por las universidades de Granada, Complutense de Madrid y Salamanca, ha usado esta técnica para conocer las marcas que esta especie ya extinta dejó en algunos de los huesos fósiles encontrados en Orce (Granada).
La investigación se ha centrado en las marcas de mordedura producidas por la hiena Pachycrocuta brevirostris halladas en el yacimiento de Venta Micena para establecer, por primera vez, el patrón de las huellas de dientes de una especie extinta.
La zona arqueológica de Orce, incluida en la cuenca de Guadix-Baza, es una de las zonas con mayor potencial arqueopalentológico del Pleistoceno Inferior europeo, y acoge investigaciones desde 1982 que han permitido obtener un amplio registro de grandes vertebrados.
Venta Micena fue, hace 1,6 millones de años, una laguna de agua dulce a la que acudía la rica fauna de la zona que ha dejado un rastro importante, incluidas las marcas de dientes que algunos animales dejaban en los cadáveres de los que se alimentan.
Para diferenciar esas marcas, la investigación ha creado una base de datos con las marcas de especies actuales análogas a las que se extinguieron como leones, perros salvajes, zorros, lobos o hienas.
Para caracterizar por primera vez las marcas de los dientes de los carnívoros extintos, el equipo ha utilizado un robusto protocolo computacional basado en la Morfometría Geométrica 3D y la Inteligencia Artificial.
La Morfometría Geométrica 3D se basa en la localización de puntos en la misma posición para todas las marcas dentales y permite caracterizar la forma de todas y cada una de ellas.
"Donde no llega el ojo, llega la caracterización morfométrica", ha explicado el profesor de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los autores principales del trabajo, José Yravedra.
La IA sirve para distinguir esas marcas de las que dejan especies actuales para cribar los datos.
"Las grandes afirmaciones requieren grandes pruebas. Y también, tecnología punta", ha apuntado el profesor de la UGR y director del ProyectORCE, Juan Manuel Jiménez-Arenas, que ha añadido que estas clasificaciones han logrado un porcentaje de acierto del 90 %.
El uso de estas tecnologías permite abrir una nueva ventana al pasado ya que la Morfometría Geométrica 3D funcionaría como el código de barras y la IA como el lector con el que reconocer qué carnívoros intervinieron en los yacimientos.
"Nuestro reto es aplicarlo a sitios donde humanos y carnívoros competían por el acceso a los cadáveres de herbívoros, como Barranco León y Fuente Nueva 3, ambos en Orce", ha adelantado Jiménez-Arenas.