La defensa del hombre condenado por el asesinato de su hermana, de 62 años, y su sobrina, de 26 años, en agosto de 2020, en la localidad pontevedresa de Soutomaior, ha alegado legítima defensa y ha pedido la libre absolución de su cliente, en la apelación celebrada este lunes en la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
Frente a ello, Fiscalía y acusaciones piden que se mantenga la condena de 40 años de cárcel que dictó la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en base al veredicto del jurado y que la defensa recurrió ante el alto tribunal gallego.
"Las mató vilmente", sostuvo una de las acusaciones en declaraciones a los periodistas antes del inicio de la vista y al considerar que hay un "asesinato alevoso más que justificado".
Ya en la vista, la defensa sostuvo que hubo "allanamiento de morada" por parte de las fallecidas y que los disparos "no se hicieron por la espalda ni por sorpresa". "Les advirtió de que se fueran, podían haberse ido y ellas volvieron a subir". Sobre el parentesco, dijo que debe considerarse atenuante "porque había una malísima relación" y apeló a la confesión de su cliente, del que sostuvo que actuó sin "premeditación".
"Las víctimas estaban fuera de la vivienda cubierta", ha argumentado el fiscal para rechazar la legítima defensa por violación de morada. También alegó que hubo por parte del acusado una "reacción desmesurada, sin usar otras opciones posibles como un tiro al aire". Sobre las fallecidas, manifestó que "no pudieron defenderse en absoluto". "Buscó asegurar la muerte", afirmó también en una intervención en la que incidió en existencia de alevosía y de "agravante de parentesco".
En el fallo, el hombre fue considerado culpable de dos delitos de asesinato y un delito de tenencia ilegal de arma de fuego, después de que matase a sus familiares cuando ellas se trasladaron a su domicilio para pedirle que les devolviese una escalera que le habían prestado.
En concreto, el tribunal condenó al varón a 21 años de prisión por el asesinato de su hermana, así como a otros 18 años de cárcel por matar a su sobrina, mientras que le estableció un año y dos meses de prisión por tenencia ilegal de arma de fuego. Además, se le impuso el pago de una indemnización que superaba los 257.000 euros a tres familiares de las víctimas.
Según se consideró probado, el hombre, tras coger una pistola, se dirigió hacia las víctimas, quienes habían cogido la escalera y estaban en la parte sin cubrir de la vivienda. Allí, les disparó con la intención de acabar con sus vidas "de forma sorpresiva para ellas y a corta distancia, evitando así cualquier posibilidad de defenderse".
El jurado, que basó su veredicto tanto en los informes forenses como en el informe técnico policial y de inspección ocular, lo consideró culpable de dos delitos de asesinato, con la concurrencia, en ambos, de la circunstancia de alevosía y, además, en el de su hermana, el agravante de parentesco.
También consideró por unanimidad la existencia de alevosía "por lo sorpresivo del empleo de una pistola", pues nadie sabía que la tenía, y "por su empleo a una distancia tan corta, que venía a asegurar su propósito, amén de que el empleo de tal arma venía a situar a sus víctimas en una situación de indefensión".
Los hechos por los que ha sido juzgado el vecino de Soutomaior se remontan al 21 de agosto de 2020 cuando, a primera hora de la tarde, las víctimas acudieron a la infravivienda en la que vivía el acusado para reclamarle una escalera.
Allí, el hombre cogió una pistola automática de calibre 9 mm, para la que no tenía licencia, y disparó prácticamente a quemarropa a su hermana y a su sobrina, sin que tuvieran posibilidad de defensa, según recogía el escrito del Ministerio Fiscal, que pedía para él hasta 44 años de cárcel. Finalmente ha sido condenado a 40 años de prisión.