El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que cumple prisión por la sentencia del procés, defiende "la legitimidad de la lucha no violenta"
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que cumple prisión por la sentencia del procés, defiende "la legitimidad de la lucha no violenta y la desobediencia civil para transformar la sociedad" y advierte al Estado que "si piensa que perpetuar la impunidad no tiene costes, es que no conoce a la sociedad catalana".
En una carta que envió ayer desde la cárcel de Lledoners a los 182.000 socios de la entidad, después de que el Tribunal Constitucional haya rechazado suspender las condenas de los líderes independentistas catalanes, Cuixart alienta a los socios a "transformar la indignación colectiva en motor de cambio, con tanta determinación como esperanza".
Después de 32 meses de prisión, Cuixart considera que hizo "lo que tenía que hacer" y, lejos de arrepentimientos, reafirma "la legitimidad de la lucha no violenta y la desobediencia civil como instrumentos para transformar la sociedad".
"Precisamente por eso los poderes del Estado condenan la protesta y la libertad de expresión", subraya.
Según Cuixart, estos poderes "son los mismos que se afanan por salvar el Régimen del 78 al precio que sea".
En este sentido, el presidente de Òmnium afirma que "la impunidad perpetua de la corrupción borbónica o la impunidad de la brutalidad policial del 1-O son dos caras de la misma moneda, dos problemas estructurales que tienen en la fiscalía o en el PSOE sus aliados, y en el heredero de Juan Carlos I la garantía de continuidad".
Cuixart asegura que "la lucha por la autodeterminación y la República catalana continúa siendo el único horizonte compartido de futuro, también para fortalecer los derechos sociales y no dejarnos a nadie por el camino".
El presidente de Òmnium critica que el Tribunal Constitucional impida su libertad y que el Tribunal Supremo "quiera prohibir a 11 millones de ciudadanos comunicarse en su lengua propia y oficial".
Dos sentencias judiciales, valora Cuixart, que "vulneran el derecho internacional e ignoran las peticiones "de Amnistía Internacional y de las Naciones Unidas para respetar los derechos humanos. Que en España no hay justicia casi ni es noticia".
El líder independentista contrapone estas resoluciones judiciales a una "sociedad catalana ha sabido transformar la represión en más madurez y empoderamiento colectivo. El único juicio justo posible será en el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo".