El expresidente del Gobierno afirma que "mi compromiso es con mi país, con España y con los españoles. No tengo ningún compromiso partidario"
El expresidente del Gobierno José María Aznar ha considerado hoy indispensable la reconstrucción del centro-derecha en España que considera "desarticulado" y se ha ofrecido a colaborar para que eso sea posible pero dejando claro que lo haría desde su posición actual y no volviendo al primer plano de la política.
Aznar se ha mostrado dispuesto a esa colaboración en el acto de presentación de un libro del que fuera su secretario general de la Presidencia del Gobierno, Javier Zarzalejos, y en el que ha expresado su preocupación por la situación que vive España, especialmente, porque cree que Cataluña está en la actualidad peor que antes de la aplicación del 155.
"Mi compromiso es con mi país, con España y con los españoles. No tengo ningún compromiso partidario, ni me considero militante de nada ni me siento representado por nadie", ha recalcado Aznar.
El exlíder del PP, horas después de que Mariano Rajoy haya anunciado que abandona el liderazgo de este partido, no le ha citado por su nombre en ningún momento, pero ha hecho una serie de reflexiones críticas con su política.
A su juicio, España vive hoy tres crisis: una motivada por el intento de "golpe de Estado" en Cataluña, otra del sistema de partidos y una tercera de liderazgos.
Ha sido al referirse a la crisis del sistema de partidos y sin citar explícitamente en ningún momento a Ciudadanos cuando ha considerado necesario reconstruir el centro-derecha nacional para que recupere sus señas de identidad y ofrezca un proyecto de confianza.
"El centro-derecha español ha sido desarticulado. Lo que estaba unido hoy está dividido y, desgraciadamente, parece enfrentado", ha insistido y ha recordado su advertencia de hace tres años de que el PP debía rectificar sus políticas si quería sobrevivir a crisis más graves.
Tras lamentar que sólo recibió por ello "descalificaciones e improperios", ha hecho su ofrecimiento de colaboración.
"Si se estuviese dispuesto a ello, desde mi posición actual y no desde ninguna otra, contribuiría con mucho gusto para que los españoles pudiesen tener esa mayor garantía de estabilidad y de seguridad en el futuro", ha señalado sin ofrecer más detalles de cómo podría prestarse a esa colaboración.
Al mismo tiempo que la reconstrucción del centro-derecha cree necesario que también lo haga el centro-izquierda, ya que considera que está roto desde 2004.
En cuanto a la crisis de liderazgos, ha avisado del peligro de quienes obtienen peores resultados aunque sean promocionados a las más altas responsabilidades (en referencia a Pedro Sánchez) y ha alertado del riesgo de ejercer el victimismo en política.
"No han sido los ciudadanos lo que han dado la espalda a los partidos; han sido los partidos los que han dado la espalda a los ciudadanos y han sembrado el desconcierto entre los electores", ha añadido.
Respecto a la situación en Cataluña, ha subrayado que, tras levantarse el 155, "el golpe sigue, en Cataluña hay un gobierno golpista, y el movimiento independentista no ha sido desarticulado".
Por tanto, no ve recuperada la normalidad y ha advertido de que eso sólo se logrará después de desarticular plenamente el movimiento secesionista, "con todo lo que eso implica, con todos sus apoyos, mediáticos, financieros, sociales y políticos".
"Si no se hace eso, no se está haciendo los suficiente para que España gane a los golpistas", ha añadido antes de expresar su especial preocupación por el hecho de que los independentistas hayan apoyado a Pedro Sánchez para hacerse con el Gobierno.
Aznar se ha referido al problema de la corrupción para recordar que hace también tres años, en una convención del PP, dijo que se trataba de un "cáncer" que no podían tolerar y que cada uno debe responder de sus actos.
A renglón seguido ha resaltado lo que dijo entonces y repite ahora, que él responde de hasta el último de sus actos, y ha lamentado que estos días se hayan dicho y escrito cosas muy graves que cree han intentado manchar su trayectoria personal y política.
Ha añadido que todo el mundo debe saber quién le ha hecho esas acusaciones y que nadie ha acreditado tanto su limpieza como quienes más se han esforzado en negarla.
"Se pretende marcar un camino, pero mi camino me lo elijo yo y voy a seguir haciendo y diciendo lo que creo que mi país necesita de mí. Soy el que era. Suelo cultivar diversas variedades de silencio, pero nunca el silencio irresponsable. En este momento el silencio es una irresponsabilidad y -ha añadido- por lo tanto actuaré en consecuencia".