Las sedes de Cruz Roja Española han secundado este mediodía un minuto de silencio para condenar el asesinato de la cooperante española Lorena Enebral Pérez, de 38 años, asesinada en Afganistán en un centro médico en el que trabajaba con personas mutiladas por el conflicto en ese país.
En la sede central de la organización humanitaria en Madrid, el presidente, Javier Senent, ha asegurado que "hoy es un día muy triste para la familia de Cruz Roja" y ha destacado que Lorena Enebral, trabajadora del Comité Internacional de Cruz Roja, "ha sido un ejemplo de solidaridad y calidez con las personas vulnerables".
"Los compañeros de Lorena la recordarán siempre por la alegría y energía que desarrollaba en su trabajo de fisioterapeuta, como una persona profundamente comprometida y defensora de la igualdad de derechos de los niños con discapacidad", ha señalado.
El presidente de Cruz Roja ha condenado este ataque que ha acabado con la vida de la cooperante española y también el del conductor de Cruz Roja Internacional Lukudu Kennedy, que también fue asesinado hace unos días en Sudán del Sur.
"Condenamos enérgicamente estos ataques recurrentes a la labor humanitaria, que hacen que nos reafirmemos cada vez más en nuestros principios y nuestro compromiso con las personas con las que trabajamos", ha dicho.
"Nuestro corazón está hoy con la familia, amigos y compañeros de Lorena Ebredal a quienes queremos trasmitir nuestras condolencias y todo nuestro cariño. Descanse en paz", ha concluido.