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Rusia aboga por conservar 1.500 cabezas nucleares en negociaciones con EEUU

Rusia considera que el nuevo tratado de reducción de armas estratégicas con Estados Unidos debe limitar los arsenales de cada parte a no menos de 1.500 cabezas atómicas, declaró hoy el mando de las Fuerzas Estratégicas de Misiles rusas.

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Rusia considera que el nuevo tratado de reducción de armas estratégicas con Estados Unidos debe limitar los arsenales de cada parte a no menos de 1.500 cabezas atómicas, declaró hoy el mando de las Fuerzas Estratégicas de Misiles rusas.

"Nuestra postura consiste en que no debemos bajar a menos de 1.500 cabezas, aunque la decisión la tomará la dirección política del país", afirmó el general Nikolái Solovtsov, el comandante de las Fuerzas Estratégicas de Misiles, según la agencia oficial Itar-Tass.

El general comentó así la marcha de las conversaciones con EEUU para elaborar un nuevo acuerdo de desarme estratégico nuclear en sustitución del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) que expira el 5 de diciembre de este año.

El futuro acuerdo buscará niveles de reducción de armas menores que en el actual Tratado de Moscú sobre Reducciones de Armamento Estratégico Ofensivo de 2002, que estipula que para 2012 ambas potencias tengan un máximo de entre 1.700 y 2.200 cargas nucleares.

Los expertos rusos consideran que el nuevo tope aceptable para Moscú es de 1.500 cabezas por cada país, pues en niveles inferiores el potencial estratégico nuclear de Rusia puede verse amenazado por el polémico escudo antimisiles que pretende desplegar EEUU.

Gottemoeller ya confirmó que EEUU acepta la exigencia rusa de reducir tanto las cargas nucleares operativas como los portadores (misiles balísticos intercontinentales y cohetes lanzados desde submarinos y bombarderos).

Pero Rusia sostiene que en el nuevo acuerdo debe quedar excluida toda posibilidad de desplegar armas ofensivas estratégicas fuera de los territorios nacionales, con lo que el polémico escudo antimisiles estadounidense no podría instalarse en la República Checa y en Polonia como quiere Washington.

Además, habrá que discutir la posibilidad de emplazar armamento en el espacio y los planes de desarrollar cargas no nucleares para los misiles balísticos intercontinentales.

Asimismo, está claro que la reducción de arsenales estratégicos no será radical, pues ninguna parte está preparada para ello.

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