Una patrulla de la Guardia Civil perteneciente al contingente español integrado en la misión europea en República Centroafricana (EUFOR-RCA) ha sufrido un ataque de elementos insurrectos con fusiles y granadas en el distrito 3 de la capital, Bangui, una zona de mayoría musulmana. Los integrantes de la patrulla han resultado ilesos, aunque los vehículos han sufrido daños.
Según ha informado este viernes el Estado Mayor de la Defensa, la sección atacada, compuesta por cuatro vehículos blindados Nissan Pathfinder y 12 efectivos, se dirigió al citado barrio de Bangui junto con una patrulla polaca de la Unidad Policial Internacional (UPI) ante un estallido de violencia registrado a raíz de la detención de un individuo por parte de la UPI. Ambos grupos fueron atacados, aunque tampoco la dotación polaca registró daños personales.
En el curso de la patrulla, dos de los vehículos se adentraron en una de las calles secundarias del distrito, mientras los otros dos vehículos esperaban a la entrada del camino para dar protección. A unos 200 metros de la entrada del camino los efectivos observaron a una persona con un fusil AK-47 que, al percatarse de la presencia de la patrulla, salió corriendo. Inmediatamente se realizó un reconocimiento de la zona sin conseguir localizar al citado individuo.
Sin embargo, en una casa próxima al lugar del incidente se detectó a otro individuo que portaba una granada de mano. Mientras se estaban tomando los datos de esta persona, comenzaron a oírse detonaciones de fusilería y granadas de mano, por lo que la patrulla al completo se replegó sobre los vehículos respondiendo al fuego.
REPLIEGUE POR LA ACTITUD HOSTIL
Aprovechando el enfrentamiento, el individuo que portaba la granada huyó de la zona y en poco tiempo comenzaron a congregarse grupos de exaltados en actitud hostil hacia la patrulla. Ante la reacción de la población, el jefe de patrulla ordenó que el personal volviera a los vehículos para abandonar el lugar, momento en el que se volvió a oír fuego de fusilería y detonaciones de granadas de mano.
Aunque la patrulla finalmente consiguió salir de la zona y regresó a la base sin mayor novedad, con todos sus integrantes ilesos, sí se registraron daños en los vehículos. Concretamente, uno de ellos sufrió la rotura de su luna trasera por efecto de la onda expansiva de la granada, mientras que en el lateral había un impacto de bala.
Por su parte, la patrulla polaca de la UPI fue atacada con tres granadas de mano sin que tampoco se registrasen daños personales entre sus miembros.
ACTOS DE VIOLENCIA OCASIONALES
Aunque la situación en Bangui se ha mantenido en calma durante las últimas semanas, salvo incidentes aislados relacionados más con actos de delincuencia que con violencia por motivos religiosos, se registran en ocasiones actos de violencia como el ocurrido en el distrito musulmán de la ciudad, según el Estado Mayor.
A pesar de los rumores y amenazas de levantamiento de grupos insurgentes relacionados con el movimiento Seleka --que protagonizó el golpe de Estado que sufrió República Centroafricana en marzo de 2013-- con motivo del desacuerdo de ciertos sectores radicales con el desarrollo de la cumbre de Brazzaville para la pacificación del país, la percepción general es que está resurgiendo la actividad social y comercial en Bangui en general, y en los distritos 3 y 5 en particular.
Según el Estado Mayor de la Defensa, esta recuperación de la actividad viene derivada de una "mayor sensación de seguridad" que facilita la presencia de las fuerzas internacionales desplegadas sobre el terreno.