El diputado socialista madrileño Pedro Sánchez se ha mostrado este viernes convencido de sus opciones para convertirse en el próximo secretario general del PSOE: "Voy a ganar el congreso, tengo 30.000 kilómetros recorridos, he hablado con el corazón del partido, que son los militantes, y tengo mucha fuerza y mucha energía acumuladas para liderar el cambio que necesita el PSOE".
Sánchez se ha expresado así en una entrevista en la Ser recogida por Europa Press en la que ha justificado su candidatura en que "España necesita un PSOE ya fuerte" para plantar cara a un "PP que está causando mucho dolor en la sociedad" y que no está resolviendo el que, a su juicio, es el principal problema, "el desafío catalán".
En opinión de Sánchez, el castigo que ha recibido el PSOE en las últimas elecciones europeas se debe a que en los últimos años debería haber "afrontado un mayor cambio y una mayor unidad", que a su juicio es el principal reto del partido.
El aspirante, que ya el jueves habló de cambiar el partido "con corazón pero con cabeza", cree que "la sociedad española quiere nuevos equipos al frente del PSOE, pero también sentido de Estado".
De hecho, en un momento en que parte de sus bases reclama al PSOE que defienda un modelo de Estado republicano, Sánchez cree que el partido "tiene que ser coherente", para empezar con su propia historia de "partido constitucional, que forjó la Constitución". Y ha subrayado que la reforma constitucional que quiere el PSOE para resolver el problema catalán es "por los cauces constitucionales".
Eso sí, ha afirmado que le gustaría tener "un sistema político adaptado al siglo XXI", revisando a fondo la ley electoral y la financiación de los partidos para evitar "escándalos" como el de Gürtel, y también "una monarquía adaptada al siglo XXI".
LIMITAR EL AFORAMIENTO
Sobre la monarquía, ha afirmado que le parece "razonable que el Rey y la Reina tengan condición de aforados", como cualquier diputado o presidente autonómico, pero cree que el aforamiento de los políticos debería limitarse a cuestiones relacionadas con su actividad política.
Para Sánchez, la crisis territorial es la "más urgente" y está convencido de que la propuesta federal del PSOE es "la solución al enfrentamiento entre el PP y el independentismo capitaneado por CiU". En este punto, ha dejado claro que no quiere cambiar, sino "consolidar" la Declaración de Granada en la que el PSOE diseñó su modelo federal.
El diputado se ha expresado así preguntado si teme una ruptura con el PSC si éste opta por un camino más nacionalista y ha añadido que ambos partidos van a ser "hermanos siempre". Sánchez ha elogiado el papel de Alfredo Pérez Rubalcaba y el de Pere Navarro en el diseño de la reforma federal.
Pero además, ha apostado por "abanderar una transición económica" para que el motor económico sea la economía verde y la innovación, y una "transición política" hacia una "nueva democracia mucho más abierta, más limpia e intransigente con la corrupción".
¿APOYO DE SUSANA DÍAZ?
Sánchez no ha desvelado si cuenta con el apoyo de la presidenta andaluza, Susana Díaz y, a la pregunta de si es "un hombre de Pepe Blanco", en alusión al anterior vicesecretario general del PSOE, ha respondido que él es "del partido" y que siempre ha dicho que sí cuando se le ha pedido que colabore en comités electorales, programas o en la conferencia política del pasado noviembre.
El diputado ha dicho que aprendió del Estudiantes, su equipo de baloncesto, el "valor de la cantera" y ha defendido a los militantes de base, "que son la calle", y a los cuadros, que son quienes "abren y cierran las agrupaciones" y "pegan carteles en las pequeñas localidades, a veces usando su coche particular".
Pero también ha incidido en que ha tenido vida fuera de la política, en que es profesor universitario y ha sido autónomo, y en los últimos cinco o seis años "ha sufrido" cosas similares a las del resto de españoles.